Importante es hablar de educación en las nuevas generaciones en materia de seguridad. Ya hemos dicho, estimados lectores, que gran parte de la recuperación del tejido social se logrará, solamente si también recuperamos los valores sociales a través de la educación.
La acción de la autoridad en materia de educación y la acción de la aplicación de la ley son importantes recursos del Estado para lograr el retorno de la paz social y la tranquilidad de la ciudadanía, pero la participación de las familias los padres y madres, los tutores y todos aquellos que tienen inherencia en la vida de los niños y jóvenes es fundamental.
Ya vimos que el descuido de unos minutos de una madre de familia terminó en una tragedia en la que murió una niña de siete años, pero ¿será posible que las futuras generaciones ya no tengan la libertad de transitar en la calle sin miedo? Recordemos nuestra infancia, en donde la convivencia en descansos y vacaciones se daba en los parques, canchas y hasta en la calle sin temor a ser secuestrado, violado o vejado, cuando salir a pasear en bicicleta por las calles de Toluca era natural y se podían ver grupos de niños y adolescentes disfrutando de sus paseos sin temor o cuando en conjunto los adolescentes, sin problema, se trasladaban en transporte público o hasta caminando sin que los padres de familia se quedaran con la incertidumbre de saber si llegarían a salvo a su destino. Esto, amigos, era Toluca.
Estas condiciones de seguridad que se vivían hace algunos años, desafortunadamente han cambiado como un fenómeno nacional que preocupa a todos los padres de familia y no solo debemos preocuparnos, tenemos que participar. En muchas ocasiones y por la falta de tiempo no vamos a las reuniones escolares y mucho menos checamos, constantemente, la vida escolar de nuestros hijos, tal pareciera que esta actividad es responsabilidad de los maestros y directivos, cuando debemos entender que los problemas en las escuelas vienen de la casa y se reflejan, muchas veces, en acciones negativas en los planteles escolares.
Debo insistir en que la participación de los Padres de Familia en el desarrollo escolar de los niños y adolescentes es fundamental para crear ambientes sanos y de paz y que el enseñar a nuestros hijos las consecuencias de infringir la legalidad, nos dará ciudadanos conscientes y respetuosos del Estado de Derecho.
No podemos evitar hablar de las acciones del Estado, que son esenciales para la seguridad, y afirmar que la colaboración entre instituciones es fundamental, como en el caso que refiero en el inicio de mi columna, el éxito en la detención de los homicidas, fue producto de esta coordinación y del intercambio de información que da armas para el logro de los objetivos en las investigaciones, esperemos que la ley sea aplicada con mano dura y cumplir así con las esperanzas de quienes luchan por erradicar la violencia, sobre todo, en contra de las mujeres y poner ejemplo a quienes cometen estos deplorables actos de maldad.
Por cierto: sería importante que quienes convocan a diversas acciones, como marchas, manifestaciones, paros y otras actividades, también propusieran soluciones y marcaran caminos para resolver la problemática, recordemos que si no hay propuestas se quedan como simples acciones sin objetivos.