El próximo año, nuestra nación elegirá 15 gobernadores y diputados al Congreso de la Unión, dentro de un ambiente de profunda polarización y posturas diametralmente opuestas. El electorado está dividido entre partidarios y opositores al gobierno federal, con ventaja para los primeros.
Cobra relevancia el proceso electoral por la potencial significancia de los resultados, si vence MORENA tendremos una segunda mitad sin resistencias políticas y el presidente continuará estableciendo su voluntad en la agenda política. Si la oposición logra avances significativos a nivel local y estatal, ganando también fuerza en la Cámara de Diputados, habrá un sano contrapeso que fortalecerá a nuestras democracias y protegerá a nuestras instituciones.
Sin embargo, es difícil imaginar a los partidos opositores venciendo con contundencia a nivel nacional. Han intentado capitalizar con golpeteo las equivocaciones de la federación y no ocuparon un solo día de los últimos 3 años a reformar sus institutos políticos, apartar a las figuras desprestigiadas y acercarse a la ciudadanía.
No hubo voluntad para mejorar en favor del pueblo mexicano y se dedicaron a la incoherente dinámica de criticar sin corregir las opacas prácticas que los llevaron al descrédito. Como consecuencia, a pesar de los errores del gobierno federal y la ausencia de resultados en seguridad pública, desarrollo económico y desarrollo social, el partido gobernante se ha mantenido en el liderato de las preferencias electorales reduciéndose, cada vez más, la posibilidad de un surgimiento opositor como equilibrio al poder.
Ese vacío político en el necesario contrapeso al partido gobernante ha mantenido la ventaja electoral de MORENA a pesar de una importante fracción de sus electores desilusionados por la falta de resultados en el combate a la desigualdad y la búsqueda de paz. La ventaja clara del gobierno radica en la polarización de dos posturas que se van a encontrar en las urnas: el voto duro de López Obrador en contra del voto anti- AMLO.
Los segundos pudieron haber crecido en las preferencias de haber solucionado los vicios que los desprestigiaron, al no hacerlo están ante dos escenarios de cara a los comicios.
En el primero perderían ante MORENA al dividir en, al menos, 5 opciones políticas (PAN, Movimiento Ciudadano, México Libre, PRD y PRI) a los votantes que buscan una alternativa opuesta al gobierno, es decir, la postura contraria a la federación se fragmentaría en distintas alternativas ante la cohesión de los partidarios en torno a una opción.
El otro escenario sería formar coaliciones, haciéndose competitivos en algunos estados, pero, renunciando a la Cámara de Diputados al validar nacionalmente la narrativa del gobierno en la cual se conforma una alianza de intereses contrarios al “proyecto de transformación”, logrando fortalecer a la base electoral del presidente.
Es evidente que prácticamente todos los partidos y figuras de la oposición fallaron al entender los motivos de la ciudadanía para castigarlos con dureza en el 2018. No comprendieron porque la población eligió la propuesta de un cambio radical y esa ceguera les impidió mejorar. Al mantener sus prácticas, quedaron orillados a realizar cálculos electorales y han empezado a contemplar alianzas de ideologías contrarias, aunque ello los guié a un error mucho mayor: diluir su identidad con tal de hacerse del poder, acrecentando aun más su erosión interna .
En sus acciones aceptaron tácitamente la falta de voluntad para construir opciones genuinamente preocupadas por la ciudadanía y están optando por construir coaliciones que le gente percibe como la búsqueda del poder por el poder.
Por lo pronto, a un año de los comicios, Morena tiene la ventaja dentro del panorama polarizado. El bienestar de la democracia depende de la existencia de más de una opción viable para representar todos los intereses del pueblo. De tal manera que, de mantenerse las tendencias, la oposición estaría obligada a realizar las reflexiones postergadas desde el 2018 para, de una vez por todas y por el bien de la democracia, dedicarse a limpiar sus entrañas y acercarse a la ciudadanía con transparencia.