Me llamó mucho la atención el bajísimo nivel de retórica con que la primera “dama” de nuestro país se maneja en sus redes sociales.
La última puntada de la flamante esposa del Presidente, fue responderle a un usuario de Twitter de una forma poco educada y carente de sensibilidad.
Ello ocurrió luego de que un cibernauta le cuestionó a Beatriz sobre una fecha tentativa para que recibiera personalmente a los padres de cientos de infantes con cáncer, que no han recibido tratamiento, ante el desabasto de medicamentos en el sector salud público.
Parece que el cuestionamiento no fue del agrado de la señora, por lo que respondió: “no soy médico, a lo mejor usted sí. Ande ayúdelos”.
Sorprendente recibir ese tipo de comentarios de quien esperaríamos mayor sensibilidad en sus respuestas, sobre todo cuando no hay agresión de por medio, y los temas son de relevancia social.
Actualmente, por la crisis médica derivada de la pandemia, se disminuyeron recursos para la atención de pacientes crónico-degenerativos, como el cáncer.
La nula respuesta del sector salud ante el desabasto, ha generado malestar y una crisis económica, emocional y sanitaria ante la suspensión arbitraria de los tratamientos.
Cabe mencionar que, en el sector privado, una quimioterapia puede implicar gastos de hasta 33 mil pesos mensuales.
Tenemos tan bajo nivel de primera dama y de clase gobernante, que indigna más un sobrenombre como chocoflan, que un comentario desdeñoso hacia los enfermos de cáncer y sus familiares.
Increíble pero cierto.
