Desde el año pasado el nombre de Olimpia Melo Cruz se dio a conocer en todos los medios de comunicación, dado que es la principal impulsora y promotora de la “Ley Olimpia”. Esto, a raíz de un desafortunado hecho que sin duda le cambio la vida y que al día de hoy la hace una de las principales activistas por la defensa de los derechos de las mujeres y el acceso a una vida libre de violencia.
Sabemos que la Ley Olimpia no es una ley como tal, sino se trata de un conjunto de reformas legislativas encaminadas a reconocer la violencia digital y sancionar los delitos que violen la intimidad sexual de las personas a través de los medios digitales, mejor conocido como ciberviolencia y la cual principalmente afecta a las mujeres. Este conjunto de reformas ha sido aprobado en 21 entidades, con sanciones que van de los 3 a los 12 años de prisión.
¿Y a qué viene todo esto? Pues a revisar una de las principales causas que originan la ciberviolencia, conocido como sexting, el cual en épocas de pandemia se ha puesto en boga debido al aislamiento social. Los graves riesgos que se asocian al envío de material íntimo por la red son altos, ya que los casos de filtraciones o mal uso de estos contenidos no son menores, porque se pueden llegar a realizar prácticas ilícitas como la “sextorsión” o “pornovenganza”.
Desafortunadamente esta práctica es recurrente en menores de edad entre los 12 y 16 años. El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) señala que México ocupa el primer lugar en América Latina en el envío de imágenes con contenido sexual por medio de un aparato electrónico. Por otra parte, el INEGI refiere que el 23.9% de la población de 12 años y más usuaria de Internet han sido víctimas de ciberacoso, donde el mayor porcentaje afecta a las mujeres.
Por ello, es de suma importancia garantizar el acceso a una educación sexual integral para todos los sectores. Dado que son justamente las niñas, niños y adolescentes los más propensos a acceder a este tipo de prácticas sin tener la suficiente información de los riesgos que implica compartir este tipo de contenidos, así cómo resguardarse de pedófilos o agresores que lamentablemente se aprovechan de espacios como estos, así como las medidas a tomar en caso de que su material sea difundido sin su consentimiento.
Por otra parte, urgen políticas públicas encaminadas a la difusión y promoción de información en materia de prevención y seguridad sobre el sexting. Debido a que al día de hoy no todas las mujeres, principalmente las adolescentes, tienen conocimiento sobre los mecanismos de seguridad en caso de querer practicarlo, así como de los riesgos e implicaciones que conlleva.
La Ley Olimpia sin duda representa un gran avance en la lucha por el acceso a una vida libre de violencia, sin embargo, viene el paso más difícil, la inmediatez del acceso a la justicia. Recientemente, el pasado mes de junio, en Coahuila fue condenado por primera vez una persona que dinfundía contenido íntimo no consentido, por lo cual fue sentenciado por el delito de violación a la intimidad sexual; gracias a las reformas materia de la Ley Olimpia.
Sin duda falta mucho por hacer, mucho por trabajar en la aplicación e implementación de este nuevo delito, porque es una realidad que el sistema de justicia penal en México es de lo más impune y corrupto, el cual se tiene que combatir de raíz.
¿Has sido víctima de violencia digital?
Construyamos #CuentasClaras
* Especialista en Prevención de Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
