La vacuna contra el COVID-19, producto del trabajo de los investigadores de la Universidad de Oxford, asociados a los Laboratorios AztraZeneca será traída y producida en nuestro país con el impulso y recursos de la Fundación Carlos Slim. Llegará a tiempo para salvar a muchos mexicanos, probablemente en el primer trimestre de 2021, tiempo en el que quizá se habrá llegado a la trágica cifra de cien mil muertos por el coronavirus.
Distribuirla será un tema no sólo de justicia y equidad, sino de eficacia. Es un tema de seguridad nacional, primer capítulo de un nuevo tiempo de verdaderas transformaciones, nuevos desafíos y paradigmas.
Los expertos en bacterias y virus, advierten que habrá más pandemias próximamente, lo que pone al ser humano y a sus gobiernos frente a la valoración de sus instituciones, su aparato productivo, sus esquemas de salud, educación, distribución de energía, alimentos, medicamentos, y desde luego, de las importaciones necesarias para ello, lo que pasa necesariamente por una política internacional conveniente, y un presupuesto público elaborado en este sentido.
Los gobiernos serán evaluados por su desempeño frente a la pandemia: los saldos de la lucha sanitaria, el incremento de la violencia, el cierre de empresas, la pérdida de empleos, en fin, el colapso económico.
Las pandemias son temas de seguridad nacional. Así se vivió en 2009 con el AH1N1, y ahora con el SARS-CoV-2, con las consecuencias que ya enfrenta el país en diversos órdenes. El impacto se deja sentir en lo económico, en lo social y muy probablemente en lo político, habida cuenta que en 2021 se celebrarán en México las elecciones en las que se disputarán más puestos de elección popular que nunca, y el horno no estará para bollos.
El futuro nos alcanzó, el confinamiento ha limitado la libertad de tránsito y socialización. El miedo al contagio ha paralizado a muchos. Los hábitos de escuela y trabajo en casa, así como la socialización virtual, nos han transformado. El virus nos ha puesto a elegir entre la convivencia o el contagio ¿Volveremos a ser libres alguna vez?
La única certeza es la deuda con la niñez y los jóvenes.
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@MargaJimenez4
