Los bastardos de Pizzofalcone, TV italiana por Netflix
Una atractiva investigadora y un metódico pero controvertido Inspector encabezan esta serie de TV italiana, que se exhibe en Netflix. Está basada en la saga de ocho novelas de Maurizio De Giovanni, el autor de las anteriores famosas novelas protagonizadas por el Comisario Ricciardi.
La serie actual está protagonizada por Alessandro Gassman, el hijo del recordado actor Vittorio Gassman, que interpreta al inspector Lojacono, de origen siciliano, acusado falsamente de pasarle información a la mafia. El tenebroso inspector es transferido como correctivo al excéntrico destacamento del barrio napolitano de Pizzofalcone: ahí se une al nuevo equipo de investigación, una suerte de escuadrón compuesto por policías relegados o castigados por distintos motivos, que acaban de aterrizar para reemplazar a los anteriores ilegales policías acusados de participar en tráfico de drogas. Los recién llegados heredan de ellos el apodo de Los Bastardos.
Los bastardos de Pizzofalcone tiene un tono marcadamente sentimental. No faltan los pasos de tragicomedia ni la mirada a las dificultades personales o domésticas de los personajes. El inspector Giuseppe Lojacono es un divorciado que tiene problemas para llevarse con su hija adolescente cuando lo visita, ya que vive la mayor parte del tiempo con su madre (como era de esperarse, tampoco se lleva bien con ella).
Son policías que han sido enviados allí para sustituir a agentes corruptos. Cuatro hombres y dos mujeres que aman su peligroso trabajo.
Una de ellas, la ruda amante de las armas y de las mujeres, no duda en establecer relaciones peligrosas. Esta colega, enviada al nuevo escuadrón castigada por disparar involuntariamente a su antiguo jefe, oculta su lesbianismo que encuentra pareja en la policía forense del lugar.
Otra colega, experta en computación, tiene un hijo con autismo. Se añade un iracundo teniente machista que tiene un matrimonio problemático, salpicado con episodios de violencia de género (le apodan Hulk); se cuela también un joven recomendado que se cree Serpico y del viejo equipo sólo permanece un obsesionado policía de la tercera edad con gran experiencia, mientras que el jefe de todos ellos es un viudo que no puede superar la muerte de su esposa, salvo dedicándose totalmente al trabajo.
Apenas escapa a esta serie de extraños investigadores la guapa Fiscal Laura Piras, aunque dedicada plenamente al trabajo para olvidar la muerte de su prometido en un accidente, finalmente se enamora del Inspector Giuseppe y como rompe las reglas laborales tienen que mantener oculta la relación.
Como en otras series italianas actuales, su policía usa modestos pero buenos carros oficiales, italianos, por supuesto. La Doctora Piras, sin embargo, como es la Jefa Fiscal tiene su propio chofer. En la nueva policía italiana, la mujer manda... al menos en televisión.
