El Estado de Derecho sigue opacado, la ley burlada y el derecho a la salud de las mayorías y, sobre todo, de los más vulnerables, pisoteado sin que nadie haga nada.
Bailes sin permiso que pudieron evitarse, peregrinaciones que también pudieron ser frenadas y eventos de día de muertos organizados por la misma autoridad, con una falta total de lógica y en los cuales se juntan cientos y cientos de personas sin la más mínima medida de protección por la emergencia sanitaria, provocada por la pandemia.
Y no hablo, desafortunadamente, de otro país, ni de otros estados o municipios, me refiero a Toluca, en donde estos eventos han marcado la más grande desidia de la autoridad y la estupidez de quienes no solo han asistido a ellos, sino que los han provocado y celebrado sin ningún tipo de cuidados. No es posible utilizar otros apelativos para quien solo se justifica diciendo que no había permiso para el baile o la peregrinación y que se toman medidas para la feria del alfeñique cuando hemos visto el desorden y la falta de cuidado y mucho menos para quienes organizan y concurren a estos eventos masivos.
¿En dónde está la autoridad, la aplicación de la ley y el uso de la fuerza pública para velar por el derecho a la salud?, recordemos que este término (fuerza pública), no se refiere a la policía sino a la potestad de la autoridad para hacer valer sus determinaciones y el Estado de Derecho mediante los elementos creados para tales efectos como son las medidas de apremio y la fuerza policial.
No es posible que la aplicación de la ley se limite con la idea mal planteada de la represión. El uso de la fuerza, según las teorías jurídicas y de la criminología, es necesaria y relativa a la resistencia de quien infringe la ley. No es justificable que se siga haciendo escarnio de la autoridad cuando esta no aplica la ley por guardar formas populistas y con fines electorales.
En todos los bandos municipales se establecen los requisitos administrativos, de seguridad y de protección civil para la realización de cualquier evento, como bailes y conciertos, existe una ley general de eventos públicos, en el Estado de México, que establece la obligación de normarlos, obligación adjudicada a los municipios y si vamos más allá en nuestro análisis, la Constitución Mexicana prohíbe los actos religiosos fuera de los templos, sin embargo, toda esta normatividad se viola sin limitación y lo más grave es que se hace caso omiso a las medidas establecidas por los Gobiernos Federal y Estatales a causa de la pandemia.
Si el problema quedara en el contagio de quienes asistieron a los eventos tal vez no habría tanto enojo social, sin embargo, los que más pagan son los que menos culpa tienen, los contagios a la población vulnerable van en ascenso y las muertes en el municipio a la alza.
En otro caso, en la Ciudad de México, el gobierno inició con buenas acciones al retirar los cráneos artísticos que se exhibían, en Paseo de la Reforma, al constatar la irresponsabilidad de quienes visitaban dicha exposición, sin embargo, en otra decisión populista e irresponsable, permitieron que la iglesia de San Hipólito permaneciera abierta el día 28 de Octubre, para la fiesta de San Judas Tadeo, provocando grandes tumultos que seguramente, tendrán sus consecuencias en pocos días, con una gran cantidad de contagios.
Por cierto: cuando fue nombrado como Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal y tuvo la idea de convertir al Ejército en Guardia Nacional, la predicción para la gestión de Alfonso Durazo no fue muy alentadora, predicción que se confirma con su renuncia para buscar una gubernatura, el efecto chapulín nunca ha sido señal de interés en un tema de gran importancia y mucho menos en materia de seguridad, cuando la política interviene en la seguridad, el fracaso es seguro y ahora confirmamos que la intención de Durazo, siempre fue su carrera política.
En cuanto al nombramiento de la nueva Secretaria de Seguridad, esperaremos que su desempeño sea satisfactorio ya que su currículum no es de una persona con experiencia en esta materia y recordemos que si no se cuenta con expertos en el tema, el fracaso es seguro. México necesita salir del bache en seguridad pública en el que nos encontramos. Opinión personal.