El segundo informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo plagado de triunfos, que sí son considerados así por un pueblo que durante ochenta años estuvo sojuzgado e inmerso en una cadena estructural podrida de corrupción por los gobiernos del PRI y el PAN.
Para la prensa y los medios electrónicos nacionales e internacionales que aún maman de las complicidades con el prianismo y la derecha más recalcitrante local y externa y que aún viven en el pasado corrupto y quieren hacer retroceder la historia en México, como lo hicieron en Chile con Salvador Allende, los logros fueron pocos y las críticas al presidente muchas.
Y en su ceguera llena de odio y rencor, mientras no haya dinero mal habido para que sigan con sus privilegios, no alcanzaron a vislumbrar el histórico hecho de un ahorro en dos años de 1 billón 300 mil millones de pesos producto de uno de los fundamentos del gobierno lopezobradorista como es el combate a la corrupción, al lograr hacer transparentes compras y contratos.
Al referir que México está saliendo del hoyo, porque la economía empieza a crecer, López Obrador expuso que se han recuperado 555 mil 600 empleos formales, del millón 117 mil 584 perdidos. Cifras reales, sin maquillaje como se estilaba en la era de la podredumbre.
Otro logro que para los medios de la derecha y Forbes fue poca o nula cosa es el anunció de que se redujo al mínimo el robo de combustibles, hecho que para el pueblo de México es uno de los mayores triunfos en materia de administración federal ya que para quienes compran gasolina a un precio menor a veinte pesos sí constituye algo histórico de un presidente al que muchos califican de valiente.
La gente aprecia que el dólar no se ha disparado, que no hay nuevos impuestos que dañen su bolsillo, que la gasolina no se ha disparado y que los precios de la luz están controlados. Son para la gente indicadores de hacía a donde vamos y se cuestionan que si estuviera el PRI o el PAN gobernando en qué nivel estarían ya esos indicadores como el de la gasolina o el dólar que en estos momentos ya rondarían los 30 pesos o más.
El presidente anunció que “hemos avanzado en transformar a México” y que una de las promesas que se están haciendo realidad es la de no mentir, no robar y no traicionar. "De inmediato comenzamos a combatir la corrupción y a poner en práctica una política de austeridad republicana.”
Dijo que se han implementado con eficacia estrategias para hacer frente a las crisis sanitaria y económica por la pandemia de Covid-19, y se han cumplido 97 de 100 compromisos que se prometieron hace dos años.
Los tres por cumplir son: descentralizar el gobierno federal, impulsar las energías renovables mediante la rehabilitación de hidroeléctricas y conocer la verdad de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa.
Del combate a la corrupción indicó que se ha logrado combatir ésta en instituciones como Conagua, Capufe, Instituto Nacional de Migración, aduanas, Administraciones Portuarias y del Servicio de Administración Tributaria.
¡Extra! ¡Extra!
Y en Coacalco ya empezó la guerra sucia o, como más elegantemente se dice, el fuego amigo, al mismo interior de MORENA. Sabedores del arrastre popular que tienen los hermanos Edgardo y Mario J. Luna Olivares, verdaderos promotores de los principios del presidente Andrés Manuel López Obrador de no mentir, no robar y no traicionar, sus detractores, oportunistas y chapulineros, que quieren la candidatura sólo por el poder, ya iniciaron una guerra en redes sociales con videos truqueados y mal editados para desprestigiar sus figuras. Principalmente la de Edgardo quien durante su campaña en 2018 para aspirar a la candidatura a la presidencia municipal fue mandado a golpear gangsterilmente postrándolo en el hospital para que se desistiera de su legítima aspiración. Ahora, las distintas fuerzas buscan hacer amarres y cochupos en las corrientes que se han impuesto en el estado de México como son la de los puro, los gapos y los llamados, en el caso municipal algunos, disfrazados de obradoristas. A esas corrientes oportunistas no se les conoce trabajo de calle de verdadera izquierda como la que han llevado a cabo los hermanos Luna, quienes han impulsado la formación de innumerables colectivos sociales de jóvenes y adultos. A esas corrientes chapulineras sólo son electoreras y no les importa en lo más mínimo el deterioro de la imagen de MORENA, y que la gente perciba que todos son iguales y que sólo quieren la presidencia municipal para seguir saqueándola. Los hermanos Luna, que desde sus abuelos cuentan con negocios como familias de abolengo de Coacalco, siempre han tenido buena mesa y propiedades por lo que no aspiran a robar el presupuesto que es del pueblo. Ellos, al igual que nuestro presidente López Obrador anhelan un Coacalco donde se erradique de verdad el mentir, robar y traicionar.
*Presidente de la ONG Franature