Para nadie es un secreto el uso político-electorero que le están dando a la vacuna contra el covid19, desde la presidencia de la República, los gobiernos estatales, y por qué no, también los presidentes municipales que, ni tardos ni perezosos, se cuelgan deliberadamente de este beneficio de salud para los adultos mayores.
Los gobiernos en turno tienen claro que su habilidad en la lógica de distribución de la vacuna, podría influir a favor a la hora de que la ciudadanía acuda a las urnas a emitir su voto el próximo 6 de junio.
Sin embargo, hemos visto vergonzosas exposiciones de algunos alcaldes forzando a los adultos mayores, mientras esperaban en la fila, con tal de conseguir una selfie o una transmisión en vivo desde sus redes sociales para legitimarse.
A eso se le llama explotar mediaticamente una necesidad sanitaria en plena pandemia; injusto, sí, pero rentable.
En esta dinámica de quedar bien, debemos reconocer a los municipios que pese a sacar raja política de la vacunación, hicieron bien las cosas, como el caso de Metepec.
Gabriela Gamboa les dio una lección a los ayuntamientos vecinos, en la eficiencia mostrada en todo el proceso de aplicación. Logística similar llevó a cabo Huixquilucan, donde no se reparó en gastos con tal de hacer quedar bien a Enrique Vargas.
Sin embargo, hay una pregunta que queda en el aire ¿Influye el partido gobernante en la lógica de distribución de la vacuna en los municipios?
Los primeros beneficiados, casualmente, fueron los morenos, tomando en cuenta que muchos tantos más siguen en espera de la primera dosis, cuando en lugares como Ecatepec ya están aplicando la segunda.
Ojo, señoras y señores: la verdad de las cosas es que la vacuna no es ningún regalo ni favor de los gobiernos; son pagadas por la población a través de sus impuestos, y lo menos deseable es que la usen como medio de convencimiento político.
