La evaluación es el proceso que tiene por objeto determinar en qué medida se han obtenido los resultados del objetivo que previamente quedo señalado.
También la evaluación es considerada como el instrumento con que cuenta una empresa, una organización, el sector educativo, así como en el sector gubernamental, para poder establecer parámetros de competencia, resultados, logros, áreas de oportunidad, rendimientos y, con ello establecer estrategias de mejora, de nuevos objetivos, de selección y reclutamiento.
La historia señala que la evaluación surge como un instrumento de control y medición para las escuelas tanto para los catedráticos, como para los alumnos con la firme intención de determinar los progresos y evolución del binomio enseñanza-aprendizaje.
Sin embargo en nuestros días, las evaluaciones han alcanzado a la mayor parte de los sectores como ha quedado establecido en líneas anteriores, incluso el sector policial no es una excepción, pues se aplica una evaluación a todo aquel aspirante, miembro activo de alguna corporación y mandos de la misma.
Dicha evaluación es denominada examen de control y confianza, mismo que consta de cinco pruebas: la psicológica, el polígrafo, el médico, el socioeconómico y el psicométrico.
Dichas pruebas apoyan para comprobar que el personal activo o en proceso de ingreso se desenvuelva dentro del marco de legalidad y conducta que se requiere para ser integrante de los cuerpos policiales.
Ya que se requiere entre otros ser persona eficaz y eficiente, que dé a la ciudadanía la confianza en su actuar y en la aplicación de la normatividad, que se función este apegada a la legalidad y probidad, para contar con servidores públicos alejados de la corrupción, confiables y competentes.
La inseguridad, la corrupción y la impunidad en la que actualmente se encuentra el país y que dicho sea de paso cada vez resulta más alarmante ya que al parecer no se puede confiar en el policía, creando un ambiente de incredulidad por parte de la sociedad hacia los mismos, pues estos se encuentran en un círculo vicioso de incapacidad.
Con ello no pretendo señalar a todos los miembros de una corporación como incapaces, corruptos o ineptos, pues también México cuenta con policías capaces, honestos, preparados, entregados al servicio, comprometidos y motivados, policías que han dado o dan la vida por un semejante incluso por aquel a quien no se le conoce.
Sin embargo como dice el dicho pagan justos por pecadores, lo que llevó a la creación de los centros de control y confianza para tener una selección a fin de contar con policías que tengan vocación de servicio, honestos, probos y confiables, para con ello lograr el reconocimiento social que se ha venido perdiendo en el transcurso del tiempo.
Y porque no decirlo… la obligación de cuidarnos, es de todos.
¡Los abrazo de corazón!