Ya hemos señalado en este espacio que el proceso electoral puede terminar de mala manera. Se ha ensuciado mucho por múltiples denuncias de agresiones y de violencia que finalmente no se han comprobado de manera clara, pero que están como una sombra, acompañando a candidatos y a seguidores.
Hay una delgada línea que divide la realidad de la ficción. Los maestros de la contrapolítica o propaganda negra no dudan en usar a sus propios candidatos o militantes, según sea el caso, para convertirlos en víctimas, como una medida para atraer la simpatía de los electores.
Casi todos los partidos se han quejado de agresiones en su contra, de manera muy señalada Morena ha sido reiterativa en denunciar violencia hacia sus abanderados y brigadistas.
Ecatepec y Neza han sido escenario de presuntas batallas campales, pero los videos que circulan en redes sociales sólo permiten observar gritos, empujones y un par de cachetadas, nada que lamentar. Es más el escándalo mediático que se hace con esas grabaciones, que lo que realmente sucedió.
El caso de Valle de Bravo es distinto, aunque también similar. Diferente porque la candidata de la coalición “Va por el Estado de México”, Zudikey Rodríguez Núñez, desapareció de la escena política durante tres días. Diferente porque dos columnistas de diarios de la Ciudad de México destaparon lo que podría ser el escándalo político del año.
Una candidata que es secuestrada por un grupo del crimen organizado (con nombres y apellidos de quienes lo hicieron) y advertida de que si no se baja de la campaña la matarán. Todo parece creíble y escandaloso.
El Comité Ejecutivo Nacional convoca a una conferencia de prensa, que finalmente se cancela a última hora, sin ninguna explicación y todo mueve a la especulación, que si el gobernador Alfredo Del Mazo pidió que no se movieran las aguas, que si operó el secretario general de Gobierno, Ernesto Nemer Álvarez, que si… nada, pura y simple especulación, todo se deja a la imaginación del colectivo.
Al día siguiente aparece un video en redes sociales donde Zudikey trata de despejar dudas: “Buenas tardes, soy Zudikey Rodríguez, candidata a la presidencia municipal de Valle de Bravo, decirles que estoy bien, decirles que los quiero mucho equipo, y que les agradezco su apoyo incondicional, somos vallesanos comprometidos con el futuro de nuestro municipio, buscamos lo mejor para el lugar que nos vio nacer, Valle nos necesita, Valle requiere que impulsemos los cambios para seguir mejorando la calidad de vida de todas las personas”.
En realidad, no dice nada, no despeja dudas. Su partido le dice a la gente que ella no está sola, que cuenta con su respaldo en todo momento.
Mientras tanto, todo el país ya habló de Zudikey en una larga semana. Sí, de la misma manera que la mentada de madre de Alfredo Adame.
También tardíamente, en Morena sale el presidente del Consejo Político Estatal, Maurilio Hernández González, a restañar los daños. Acusa que la supuesta retención de la candidata de la alianza PR-PAN-PRD en Valle de Bravo y las burdas acusaciones contra el director de Aduanas, Horacio Duarte, son parte de un montaje desesperado para reducir la preferencia electoral de la aspirante morenista a la alcaldía.
¿Amenazas?, ¿golpes?, allí están los especialistas en Ecatepec. Antorchistas que no soportan que les griten y arman una trifulca de verdad.
Como sea, hay que refrenar las emociones esta semana, porque las aguas pueden salirse de madre.
¿A quién le creemos?