Con el resultado de las elecciones que se llevaron a cabo el 6 de junio pasado, varios cambios se dieron por voluntad de la ciudadanía que determinó a través de su voto el nuevo acomodo político en el Estado de México, para el caso de los municipios de Toluca y Metepec, que se encuentran en el corazón de la entidad mexiquense, se observa interesante lo que les espera.
Para ambos casos, los presidentes municipales se preparaban para repetir en el cargo, razón por la cual, daban por descontado que no tendrían ningún problema para poder lograrlo, sobre todo, de la mano de la popularidad con la que aún goza el presidente morenista Andrés López Obrador.
Sin embargo, el presidente no estuvo en la boleta, aunque su imagen se repitió constantemente en las campañas de los morenistas para poder contar con ese impulso del poder de convocatoria que aún conserva, y con ello lograr el objetivo. Entre otros, así lo hicieron Juan Rodolfo Sánchez Gómez en Toluca, y Gabriela Gamboa en Metepec.
Tarde se dieron cuenta los interesados en asumir de nueva cuenta el cargo que aún ostentan, que no es lo mismo dejarse llevar por la inercia de quien logró convencer a millones de personas en el 2018, que conquistarlo por cuenta propia, sobre todo, cuando los buenos resultados brillaron por su ausencia.
Ambas administraciones; Toluca y Metepec, y desde luego existen otras que bien tendrían cabida en el comentario como el caso de Naucalpan, no lograron cuajar un proyecto firme y redituable para la población que pudiera permitirles construir con él, lo que se han empeñado en presumir desde el gobierno federal, una cuarta transformación de la vida política y social del país.
Los ciudadanos premian o castigan a quien lo hace bien o mal, y para el caso, basta recordar que Juan Rodolfo Sánchez, en su anterior incursión a la alcaldía toluqueña llegó a hacer cosas que realmente valoraron los ciudadanos, como la titánica prueba de fuego que representó retirar el tianguis del Mercado Juárez en octubre de 2006.
Esas acciones se le han reconocido, como el de haber realizado un buen trabajo con la infraestructura de la ciudad. Pero no se puede gobernar con base en lo que se hizo antes; se gobierna con lo que se propone y se cumple en la actualidad; las promesas tienen caducidad, y las que hizo en esta ocasión la tuvieron.
¿Qué le pasó al otrora panista? Parece que el cambio de partido los convierte a todos los políticos en una especie diferente en mentalidad, trabajo y logros. Pero además, se hunden en el abismo de la soberbia y peor aún, en el caso de Morena imitan al habitante de Palacio Nacional culpando a las administraciones pasadas.
En las mismas condiciones se encuentra la edil de Metepec; quien de pronto transformó su imagen a la de la provocación y el enfrentamiento. Entró al área de la descalificación con sobrada arrogancia. Tal vez pensó que era buena idea emular al propio presidente para continuar con lo que estaba segura era su aportación al movimiento.
Tanto Toluca como Metepec fueron favorecidos con la repartición de vacunas para combatir la pandemia, con ellas, los presidentes municipales lograron posicionar su imagen como líderes de sus respectivas comunidades, sin duda fue de gran ayuda.
Pero algo sucedió y tendrán tiempo ambos de meditar en donde estuvo su error o la serie de errores. Mientras tanto, la vida sigue y seguirá, con otras autoridades representando otras formas de gobernar, pero los ciudadanos siguen en lo suyo y valorarán el trabajo que hagan los nuevos encargados de satisfacer sus necesidades.
Para Toluca, con Raymundo Martinez al frente de la administración municipal parece ser de pronóstico reservado, pues independientemente de sus propuestas de campaña no puede adelantarse, o dar por hecho, que va a ofrecer buenos resultados; en especial en la materia que más angustia a causado a los ciudadanos, y que ha crecido a un ritmo escalofriante. La inseguridad.
Es de gran interés de ciudadanos y empresarios conocer si al mando del priista se logra mejorarla, es la asignatura pendiente, porque se ha incrementado la presencia del crimen organizado en los últimos tiempos. No es nada fácil lo que tiene Martínez por delante.
Pero no es lo único, habrá qué ver el trato que tendrá con los vendedores ambulantes que han tenido muy molestos a los establecidos y ciudadanía en general, así como su relación con el transporte, porque no hay que olvidar que al dejar la secretaría de Movilidad no le fue tan bien que digamos, ni con los transportistas, ni con los usuarios.
Por otro lado, Fernando Flores que sorteó una campaña tormentosa al enfrentarse en repetidas ocasiones con Gabriela Gamboa, tendrá una serie de inconvenientes en contra de la aún edil; obligado será que revise con lupa, junto con su equipo de transición, las condiciones en las que recibirá la administración municipal.
Y cuando se descubran las anomalías, en caso de haberlas, reportarlas e iniciar el procedimiento legal correspondiente para que se investigue a fondo lo que encuentre mal, porque de lo contrario, se convertiría en cómplice por no actuar con responsabilidad.
Toluca y Metepec son municipios que han demostrado que no pertenecen a una sola ideología o a un partido en particular, son ciudadanos informados que premian o castigan con su voto a quien trabaja con determinación para su bienestar, pensar de otra manera es un grave error.
Así que desde el primer día de su gestión, los presidentes municipales electos estarán a prueba por parte de los ciudadanos.
