El Valle de Toluca se llena de baches

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El Valle de Toluca se llena de baches

Miércoles, 20 Octubre 2021 02:30 Escrito por 
Alfredo Albiter González Alfredo Albiter González Lo bueno, lo malo y lo serio

¿No es acaso un problema que deben prever las instancias de gobierno, principalmente municipal y estatal?. La proliferación de los fatídicos baches en época de lluvias se forman como reto a los automovilistas y su reparación tarda en llegar. ¿por qué?

Cada año, en el territorio estatal y desde luego nacional, los conductores deben enfrentar las trampas fatales que para sus vehículos significan los baches al transitar por las diferentes calles, avenidas y carreteras de la entidad mexiquense. No queda de otra, la movilidad es parte de la actividad diaria. y ahora con el semáforo epidemiológico en verde hay más vehículos circulando y el desgaste del pavimento sufre las consecuencias.  

Es complicado volver a la actividad poco a poco y verse de nuevo con el problema de esquivar los temibles barrancos que se acomodan en la cinta asfáltica, además de tener que conducir con extremo cuidado cuando hay lluvia de por medio, los charcos los hacen invisibles; desaparecen de la vista, pero no de su existencia. Caer en alguno de ellos pronostica pérdida de tiempo, pero sobre todo, una avería al vehículo que, si bien le va, sólo será por una ponchadura de llanta, pero el daño puede ser mucho más serio. Además, el desgaste va siendo mayor.

¿A quién reclamar? 

Desde luego que hay manera en la que se puede reclamar a la autoridad competente para que se haga responsable por el daño sufrido, pero la gran mayoría de los involucrados no lo hace, porque saben que se trata de un trámite que quitará mucho tiempo. No son pocos los que no cuentan con el suficiente tiempo para exigir sus derechos.

Los gobiernos Estatal y Municipal lo saben; pero además, las instancias encargadas de atender el tema carecen del suficiente recurso para responder a la sociedad con prontitud. Pero no puede haber pretexto, los ciudadanos pagan impuestos y esperan que estos se vean reflejados en la reparación de las vías de comunicación, por lo menos. 

La preocupación de los automovilistas no es únicamente con el daño a su patrimonio, sino que el riesgo de sufrir un accidente de mayor alcance aumenta. Las lluvias son un ingrediente extra, pero si se agrega el "detalle" de encontrarse con un desperfecto en la cinta asfáltica, se eleva aún más ese riesgo.

El problema que generan los hoyos no lo sufren únicamente los que cuentan con un vehículo, o los empresarios y operadores del servicio público de pasajeros, o de otro tipo de transporte; también, son los motociclistas que a últimas fechas han aumentado debido a la contingencia de la pandemia, que obligó a elevar el uso de ese medio por las diferentes empresas para dar servicio a domicilio. El riesgo que sufren es mayor, nunca se podrá comparar un accidente en coche que en moto, el segundo es peor.

Especial referencia merece el hecho de que la educación vial es muy pobre, carece del entendimiento que deben valorar quienes se encuentran detrás de un volante, en especial cuando llueve. Aunque se conduzca con extremo cuidado, condición básica por el posible derrapamiento del vehículo de dos ruedas; un impacto cualquiera que sea su fuerza puede ser mortal, pero parece que los que deben entender que tienen la obligación de compartir la calle o carretera no lo ven así, menos aún, quienes conducen un vehículo de grandes dimensiones, que no les preocupa salpicar a quien sea. La cantidad de agua que llegan a levantar puede dejar sin visión a quien por desgracia le toca recibirla, lo que eleva el riesgo de ocasionar un accidente, el resultado es desastroso cuando le cae a un motociclista.

Poca conciencia es lo que existe entre los conductores de vehículos de gran tamaño, no respetan y creen ser los únicos. Pero aún mayor riesgo lo representan quienes transitan por otros medios, como lo hacen los peatones, los ciclistas, o las personas con dificultades físicas, entre otros. 

Lo preocupante es guardar la esperanza que sea la autoridad municipal la que dé respuesta al llamado de auxilio de los involucrados cuando a ésta le corresponde, porque están por entregar la administración al nuevo gobierno, y entonces, se desentienden de todo, el interés por resolver es nulo.

Ejemplos desafortunadamente sobran, las calles de Toluca son un desastre, sólo las avenidas y calles importantes se mantienen con una atención regular, pero hay lugares que más bien parecen zonas de guerra.

Por otro lado la carretera  que va a Tenango del Valle es otro un ejemplo de esa indiferencia, porque se repara con material de pésima calidad, además de formar unos verdaderos cerros al hacerlo, poco duran, ya que pronto los hoyos vuelven a aparecer.

Lo mal hecho no tiene futuro, y eso aplica para todo y para todos, cubrir un bache como sea, no solucionará el problema. 

La movilidad estatal y municipal ha sido abandonada a su suerte, las instancias encargadas de ella piensan que únicamente es su responsabilidad tratar con los transportistas, alejados completamente de lo que la ley les ordena, no sólo lo que desean hacer, los anteriores titulares dejaron por su paso mucho que desear; las cosas no han mejorado, y no se espera que pronto mejoren. Mientras tanto, la ciudadanía seguirá pagando por esa inactividad.

Debería ir pensando la autoridad en hacer las calles más anchas para que puedan acomodarse mejor los baches, al no haber de otra.

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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio