En estos días de descanso tuve la oportunidad de viajar al hermoso Estado de Michoafán, durante el trayecto, me percaté que la costumbre sigue prevaleciendo en la vida del campo Mexicano. La quema de terrenos para preparar la próxima siembra es natural en estas fechas, sin embargo, ésta costumbre es tan peligrosa que se convierte en la primera causa de los incendios forestales en nuestro país.
Recuerdo bien que el primer incendio forestal al que acudí fue un 25 de Diciembre en la zona de Valle de Bravo y se produjo por el fuego iniciado en un campo de cultivo y decir que, casi, la totalidad de estas conflagraciones son producidas por la mano humana, no es exagerar. No nos damos cuenta que nosotros somos los principales destructores de la naturaleza.
Cuando acampamos, o en un sencillo día de campo, en el transitar por las carreteras o en una reunión familiar cundo asistimos a un hermosos bosque, debemos pensar en nuestra responsabilidad, no dejar basura y apagar perfectamente las fogatas, no tirar colillas de cigarros ni dejar botellas vacías; y cuando nos percatemos de un incendio forestal reportémoslo inmediatamente, existen números gratuitos de Conafor o Probosque para hacerlo.
Ya en alguna ocasión lo dije: los incendios forestales, la tala clandestina y el cambio de uso del suelo son los principales factores de la deforestación en nuestro Estado y el País.
Es muy importante el esfuerzo de la autoridad para combatir el fuego en nuestros bosques, existen brigadas en todo México y no debemos olvidar la participación de los comuneros y ejidatarios que también se organizan para esta labor, pero si seguimos siendo irresponsables y no prevenimos, ningún esfuerzo será suficiente.
El cuidado del medio ambiente es tema fundamental para la sobrevivencia del planeta, no debemos olvidarlo, en nuestras manos está el futuro de una tierra sana o enferma y de que las futuras generaciones disfruten de bellos paisajes, hermosos bosques y aire limpio.
Prevengamos incendios forestales y en su caso reportemoslos, con acciones sencillas pondremos nuestro granito de arena para salvar nuestro mundo.
Por cierto; FELIZ 2018 nos escribimos el año que entra.