El matrimonio infantil es definido por la UNICEF como la unión entre un menor de dieciocho años y una persona mayor u otro menor. En México esta problemática está creciendo cada vez más. Desde 2019 por legislación se prohibió el matrimonio infantil, sin embargo, esa ley no es respetada en las regiones alejadas como Guerrero, Veracruz, Tabasco, Campeche y Michoacán.
Según el Instituto Nacional de las Mujeres el 42 por ciento de las niñas que se casan a temprana edad son de zona rural y la mitad de ese por ciento son de zonas urbanas.
De acuerdo al INEGI el matrimonio y el trabajo infantil aumentaron en 2020 respecto a 2010 en el país. Actualmente, 6 de cada mil niñas de 12 a 14 años se han unido o casado, y 122 de cada mil niños y niñas trabajan.
¿Qué es lo que está pasando?
Hace poco mientras caminaba por un parque, vi a un padre y su hija patinando, me pareció muy tierno que el papá se tomara el tiempo de enseñarle a su hija andar en patines y brindarle tiempo de calidad, pero de pronto la besó en la boca. El hombre se veía bastante mayor y la pequeña no rebasaba los trece, su carita lo decía todo. Me pregunté en qué momento las niñas y los niños se ven en una situación tan vulnerable.
Las razones del matrimonio infantil varían dependiendo la zona, la clase social, las condiciones culturales y sociales que envuelven a los pequeños. La pequeña que yo observé fue “enamorada” por alguien que se aprovechó de la necesidad de ser querida, atendida, mirada.
Otras niñas y niños no tienen posibilidades de decidir, simplemente son forzados a unirse a personas que han pagado un precio por ellos o que han intercambiado un bien, un animal, una casa o simplemente son una moneda de cambio para pagar una deuda.
Ante esta situación los niños y niñas se ven envueltos en un círculo vicioso de pobreza y abuso. En muchos de los casos, sufren violencia sexual, verbal y física. Dada su edad no se atreven a huir y si lo hacen no tienen a quien recurrir.
Las víctimas de esta práctica crecen sin saber lo que es la niñez, atados a una persona mayor que los trata como mercancía o peor aún, la trata mal porque considera que es de su propiedad. Así fue el caso de una pequeña que fue vendida por 130 mil pesos y que al huir se le exigía que pagara 210 mil pesos a su suegro o se dejara abusar, todo ello bajo la mirada y la ayuda de las autoridades de su comunidad.
¿Cómo podemos parar esta situación?
La ONU y la UNICEF recomiendan impulsar el empoderamiento y la autonomía de las niñas y adolescentes; garantizar la protección social integral y el acceso a servicios apropiados y de calidad para niñas y adolescentes.
Promover oportunidades de inclusión y desarrollo, no dejar que abandonen la escuela hasta que terminen la preparatoria, promover cambios culturales y estereotipos de género que obstaculizan su pleno desarrollo y justamente fomentan la práctica del matrimonio infantil y las uniones tempranas.
Toda niña merece la oportunidad de decidir su destino, no por cuestiones monetarias, ni de usos y costumbres. Es terrible que en 2021 todavía esta práctica no se haya terminado, al contrario se ha extendido.