En la conversación pública ha habido silencios que comunican más que las palabras. Todo esto era así, hasta ayer en que el General Secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval hizo un llamado a apoyar el proyecto de gobierno de la 4T.
El silencio del ejército había sido elocuente, institucional y disciplinado, se había prestado a interpretaciones diversas, entre ellas, el enojo por el incumplimiento de la promesa de mejorar a los que menos tienen, de donde la tropa viene, el silencio por el desacuerdo con las disposiciones del Ejecutivo a realizar tareas que no son de su competencia. A cambio, han recibido presupuesto y poder para realizar la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles junto con su complejo habitacional, así como el Tren Maya, la entrega de medicamentos y la administración de puertos y aduanas, además de la construcción de las sucursales del Banco de Bienestar.
Y en tanto el ejército se ocupa de tareas que no le corresponden, la Guardia Nacional “de origen civil” vigila y se hace cargo de la seguridad en las calles, en las plazas, en las ciudades y pueblos del país, sin las herramientas necesarias y atribuciones para combatir a las organizaciones criminales. En este estado de cosas, la conversación pública tan necesaria, es difícil de establecer porque mientras unos callan, otros tienen miedo, unos demandan y los otros guardan silencio.
La palabra del Secretario de la Defensa ha sustituido los silencios del Secretario de Gobernación, del Canciller, de los gobernadores, lo que contribuye a apoyar las mentiras mañaneras y la conversación entre desiguales, torre de Babel en la que los que ganan son los grupos delincuenciales que se han apoderado de vidas y haciendas con el lenguaje propio de las armas.
Ocurre en Zacatecas como en Guerrero, seres humanos colgados de un puente en Zacatecas, feminicidios y asaltos en el Edomex, masacres en el Bajío o en Puebla; pareciera ser que estos son los ejes de la conversación pública: los hechos criminales. Las mentiras siguen reproduciéndose y los silencios siguen matando.
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@MargaJimenez4
