Estamos a tres semanas de concluir el 2021 y no se han dejado esperar los destapes adelantados tanto para la carrera presidencial del país, en 2024, como para la de gobernador del EdoMéx en 2023.
Esta última es la más cercana y, por ende, las y los apuntados ya dejan ver sus estrategias para ir ampliando su base de popularidad.
En el PRI mexiquense, el nombre de Raymundo Martínez ya empieza a tomar mayores bríos y, aunque sabemos que no es de los predilectos de Alfredo Del Mazo para relevarlo, bien podría dar la sorpresa, siempre y cuando su desempeño como presidente municipal de la capital mexiquense cumpla con las expectativas tanto de la sociedad como de la clase política.
En tanto, Alejandra del Moral se mantiene sigilosa, como evitando el desgaste. Bien, pero que no abuse del bajo perfil o le van a comer el mandando.
Elías Rescala, el líder de la bancada priista en el Congreso mexiquense, sigue sin tener empuje, por lo menos en la militancia; muchos ni lo conocen. Su posicionamiento depende mucho de su habilidad como negociador político en los próximos meses, lo que le ayude a engrosar su imagen, sobre todo en el espectro social.
Ricardo Aguilar, de plano da patadas de ahogado, promocionándose en redes sociales con corridos urbanos supuestamente nacidos de sus seguidores. Se nota forzada y falsa esa publicidad.
En la lista también figuran Ana Lilia Herrera y Carlos Iriarte, pero aún sin estrategias muy definidas. No tardan en darnos la sorpresa.
En el PAN, sin duda la única carta es Enrique Vargas, que no está dudando ni un poco en invertirle fuerte a sus relaciones, a su publicidad; solo hay que echarle un ojo a la lista de destinatarios de arcones y regalos navideños, todo con tal de tener a todos contentos y de su lado.
Vargas va fuerte, sumando liderazgos empresariales importantes. Con alianza o sin alianza, tiene terreno para pelearle al PRI y a Morena la titularidad del Ejecutivo estatal.
Del PRD y demás chiquillada ni hablamos. Simplemente no van a figurar en la contienda por la gobernatura, salvo que coaligados.
Finalmente, Morena tiene dos caras: la primera, Higinio Martínez, el cacique de Texcoco, quien en los últimos meses ha sido nota más por sus tropiezos para negociar que por sus aciertos.
La otra carta es Delfina Gómez, titular de la SEP, quien podría ser la apuesta de López Obrador para el #EdoMéx. Sin embargo, pese a la plataforma que le da su actual cargo, todos sabemos que es bastante limitada y no genera la suficiente confianza para arrasar con el favor del electorado. Menos después de los tropiezos del gobierno federal en turno. No negamos que el efecto AMLO permanece, pero no tan convincente como hace 4 años.
