El legado de AMLO se define en territorio mexiquense

DigitalMex - Periodismo Confiable

Publicado en Opinión

El legado de AMLO se define en territorio mexiquense

Miércoles, 09 Febrero 2022 00:50 Escrito por 
Ricardo Joya Ricardo Joya La tribu entera

La designación de Eric Sevilla Montes de Oca y de Monserrat Sobreyra Santos, como presidente y secretaria general de Partido Revolucionario Institucional (PRI), respectivamente, es el primer movimiento del gobernador, Alfredo Del Mazo Maza, hacia el proceso de sucesión de la gubernatura mexiquense en 2023.

Hace casi un mes, la ahora ex presidenta del PRI, Alejandra del Moral Vela, dejó en claro que el priísmo de la entidad solamente se dejaría guiar por una persona: el gobernador Del Mazo.

En este mismo espacio, recuperamos parte de aquel mensaje de la diputada local: “Nadie debe subestimar la prudencia, la serenidad, el temple y la capacidad del priismo mexiquense y, mucho menos, subestimar a nuestro único líder político, el gobernador Alfredo Del Mazo Maza”, y afirmó que el partido se mantendrá cercano al titular del Poder Ejecutivo estatal: “Por él y unidos a él ganamos el 2021, y por él y unidos a él los priístas vamos a repetir la misma historia en el 2023”.

Con el cambio en la dirigencia partidista -y con la información privilegiada que tienen en sus manos Sevilla Montes de Oca y Sobreyra Santos-, el PRI y el gobernador dejan en claro que la apuesta será aprovechar el programa “Salario Rosa”, que ha sido el sello distintivo de su administración, con el objetivo de atraer el voto de las mujeres y sus familias.

A nadie debe sorprender que el mensaje sea tan claro, porque todas las estructuras gubernamentales -como ahora lo hace también la llamada “Cuarta Transformación”-, aprovechan los padrones de beneficiarios de los programas sociales, para “convencer” a la ciudadanía de otorgar el voto al partido en el poder.

De esa manera, el gobernador Del Mazo pone un dique a los grupos priistas que pretendían influir en el proceso de sucesión, aunque no hay que perder de vista que Eric Sevilla, con más de 40 años de militancia en el PRI, ha construido relaciones con -al menos- los últimos gobernadores desde Emilio Chuayffett Chemor, aunque con algunos de ellos tiene mejor relación, pero él tiene claro que las directrices para operar el proceso electoral, que iniciará en septiembre próximo, saldrán de Lerdo 300.

Formado en la Universidad Autónoma del Estado de México, en la licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública, Sevilla Montes de Oca, conoce bien los pasillos -visibles y ocultos- de la operación política mexiquense y aunque algunos sectores no le otorgan un perfil de verdadero líder político carismático, sí le reconocen como operador eficaz, lo que -atendiendo a las actuales circunstancias- tiene más valor.

En su momento, el nuevo dirigente priista formó parte del “cuarto de guerra” de la campaña del gobernador Del Mazo y es reconocido como hombre disciplinado y determinado, para alcanzar los objetivos que le sean establecidos.

Sin embargo, el escenario es complejo para el PRI, porque -de acuerdo con las encuestas profesionales y las “rellenas”- no tiene un escenario favorable para la elección de gobernadora o gobernador, y parece que la única opción para mantener parte del poder que ahora detenta, será mantener la alianza con el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática.

Otro elemento que habrá que considerar es la posición que asuma el Comité Ejecutivo Nacional del PRI ante la elección de 2023 en el Estado de México, porque ya ocurrió el caso -en Hidalgo- donde la designación de la candidata a la gubernatura de la “Alianza Va por México”, Carolina Viggiano Austria, no fue acordada con el gobernador de esa entidad, Omar Fayad; lo que provocó un enfrentamiento al interior del PRI.

El escenario para el PRI del Estado de México será de alta complejidad, en virtud de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tiene claro que lograr que Morena ocupe la gubernatura de esta entidad, significará la posibilidad de avanzar en la consolidación de su movimiento más allá de su gestión y con ello asentar con solidez la “Cuarta Transformación”.

Para López Obrador, ganar la elección de la gubernatura mexiquense sería garantizar su legado en la historia del país, así que el desafío, para la nueva dirigencia del partido oficial en la entidad, es de enormes proporciones.

PERCEPCIÓN

La lucha contra la corrupción -al igual que en 2018 en el país-, será la bandera que enarbole Morena para desbancar al PRI y evitar que el PAN llegue al poder en el Estado de México. Este año será clave para fortalecer esa visión.

Visto 1692 veces
Valora este artículo
(2 votos)
Ricardo Joya

La tribu entera