Llegó un nuevo fiscal al Estado de México, José Luis Cervantes Martínez. De inmediato se le pidió que pusiera atención en las agencias del Ministerio Público, en la resolución de problemas y en la atención a la gente.
Cervantes Martínez tiene un amplío currículum, fue jefe de Asuntos Especiales, encargado de Proyectos Espaciales, subprocurador regional de Justicia en Tlalnepantla, magistrado del Segundo Tribunal de Alzada en Materia Penal con sede en Tlalnepantla; y en 2019, magistrado del Tercer Tribunal de Alzada en Materia Penal con sede en Texcoco.
Ante su llegada las peticiones no se han hecho esperar, pero sobre todo las esperanzas.
Es gracioso como la esperanza de justicia de cualquier mexicano se renueva con cada cambio o movimiento en el gabinete.
Mientras se espera un nombramiento, circula por pasillos y por calles el discurso renovado de que esta vez será diferente, ahora si se tratarán alguno temas fundamentales, este momento será conclave para el ejercicio de la autoridad.
Me llaman la atención sus palabras después de una reunión con diputados de Morena, donde dijo que “ lo inmediato son cambios de ciertas conductas, como la atención al público, la no criminalización y la oportunidad en el servicio que deben ser desde hoy”.
Esas conductas que señalan es la idea sobre las Agencias del Ministerio Público, lamentablemente la imagen de ineficacia no es debido a rumores sino a experiencia propia al tratar algún asunto de gravedad. Ya sea un robo o la persecución de un delito, las Agencias siempre quedan cortas.
Por eso, la petición es genuina. Todos deseamos que al acudir a una agencia del Ministerio Público lo primero que encontremos sea empatía. Que el servidor público que nos atienda de verdad nos escuche y tenga las herramientas necesarias para podernos ayudar, desde la aplicación inmediata de la justicia hasta la investigación a largo plazo.
Por eso, cuando Cervantes Martínez dice que revisará las agencias express del Ministerio Público, me lleno de esperanza. Quiero creer que si a mí me dan un cristalazo, en el estacionamiento de una plaza concurrida, de inmediato se pondrá una sanción a dicha empresa por no proteger a sus usuarios. O se exigirá mejorar la seguridad de los estacionamientos y la revisión de los antecedentes penales de los cuerpos de policíacos que están a cargo de esa plaza.
También me lleno de esperanza al pensar que si una mujer sufre de violencia de género o sufre un abuso sexual, será tratada con respeto, no será enjuiciada por como viste, o por su condición. Quiero creer que pondrán personas expertas en psicología, en criminalística, para proteger las pruebas que harán que se encierre a las personas culpables y que no revictimizarán a cualquiera que intente obtener un poco de justicia.
El cargo que ha asumido Cervantes Martínez es quijotesco. Tendrá que luchar con montones de molinos de viento como la corrupción, el anquilosamiento de los grupos policíacos, la falta de profesionalización, la falta de recursos para aplicar la ley de manera inmediata y la remoción de los elementos que dañan la institución.
Quiero creer que puede hacerlo, porque este Estado lo necesita.