Han coincidido los Presidentes Municipales de Toluca, el que salió, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, y el que recién tomó protesta al cargo, Raymundo Martínez Carbajal, en colocar la inseguridad como tema principal al que se debe combatir para devolver la tranquilidad a los ciudadanos de su demarcación.
Sin embargo, también ha quedado claro que, si es únicamente por los buenos deseos, que no ha quedado en ellos, no es suficiente. Lo cierto es que el problema es muy intrincado como para que como por arte de magia o por los “buenos deseos” se encuentre una reducción drástica de los altos índices delictivos, así lo reflejan las cifras oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Nadie, por sí solo puede tener todas las respuestas, se requiere de un profundo análisis, cooperación y coordinación con los diferentes órdenes de gobierno. El federal es el que más ha quedado a deber, y no únicamente a los ciudadanos de Toluca, sino a la mayoría de los mexicanos.
Es indudable que Estados como; Michoacán, Guanajuato, Zacatecas, Veracruz, entre otros, se encuentran envueltos en una complicada encrucijada en contra del crimen organizado principalmente, pues no hay mes en el que no se dé cuenta de una cantidad impresionante de muertos que se generaliza a todo lo largo y ancho de la República Mexicana, lo peor, es que no se ve para cuando se pueda contener la ola de violencia.
Toluca, al regresar poco a poco a la actividad que se tenía hasta antes de la aparición de la pandemia, también ha vuelto a los problemas de inseguridad que se tenían entonces. Independientemente que para el nuevo Presidente Municipal los índices han mejorado, habría que hacer la comparación con las cifras del sistema nacional y no únicamente las propias.
La propuesta de Martínez ha mostrado sus bondades, se probó en un lugar muy difícil, aunque es imprescindible que se trace una ruta a seguir acompañado de los diferentes sectores de la sociedad, como el empresarial, con el que no ha tenido el acercamiento que debería.
Por cierto, desde hace ya un buen rato, han sido los empresarios que al darse cuenta que el tema ha sido el talón de Aquiles de todos los cuerpos de seguridad, y que no se dan abasto, se han visto en la imperiosa necesidad de contratar su propia seguridad, lo que provocó de pronto un inesperado florecimiento de las empresas dedicadas a esa actividad, lo que motivó su gran impulso, que, sin embargo, no faltaron los “astutos” que aprovecharon esa condición para hacer de las suyas.
Contratar seguridad privada no es nada fácil, no siempre el reclutamiento de esas empresas puede garantizar al mejor personal. Debemos recordar que dedicarse a cualquier área de seguridad no llama mucho la atención de las personas que están bien preparadas o cuentan con una carrera, además, del peligro que ello representa, y ahora más que nunca. Por otro lado, el sueldo se encuentra muy por debajo de lo que debería ser, y claro, además de arriesgar su vida, a final de cuentas los que sí ganan son los dueños.
Desafortunadamente para el sector empresarial éste es solo uno de los problemas a los que se tienen que enfrentar, que no deberían, puesto que con sus impuestos el Estado tendría que garantizar eso que piden, con las fuerzas del orden. Pero ello les implica hacer doble gasto, y en ocasiones hasta triple, si por infortunio han sido presa de la extorsión de quienes les “venden” seguridad para “protegerlos”.
No, el tema de la seguridad no es nada fácil, es todo lo contrario, es muy complicado, no se puede contar con la fórmula secreta para reducir los altos niveles de inseguridad, pero como autoridades tienen la obligación de hacer frente al tema. Lo sabía Juan Rodolfo, lo sabe Martínez, cada uno con sus propuestas.
La ciudadanía no quiere seguir alargando la fecha para poder volver a caminar por la calle sin sentirse inseguros. La percepción es uno de los índices que demuestran que las cosas no van bien, y de nueva cuenta, es a nivel nacional; a pesar de que el presidente todos los días quiera contar una historia diferente a la que viven millones de mexicanos.
Por lo tanto, se debe formar un frente polifacético, invitar y escuchar a los diferentes grupos sociales, coordinarse con el gobierno del Estado y de la Federación, para encontrar soluciones, aunque, es precisamente la federación que ha quedado a deber, porque presume que envió a las calles a una “Guardia Nacional” para combatir ese flagelo.
No se ha cumplido, la Guardia Nacional se encuentra entretenida en otras cosas; como en perseguir migrantes, construir, o levantar la voz en los mítines, aunque cometan serias violaciones a las leyes, pero por el momento, no se puede contar de plano con ellos.
Lo que queda entonces; es reunirse con el gobierno estatal y los representantes de la sociedad que son los más afectados. Para que juntos encuentren la forma de combatir el problema. La propuesta que ha presentado Martínez Carbajal puede ser enriquecida para que dé los frutos esperados. Todo es cuestión de voluntad.
Por otro lado, el Nuevo Fiscal se encuentra muy ocupado haciendo lo que parece es una profunda limpieza en la Fiscalía, se espera que sea atinada y congruente, porque la sociedad no le va a extender un cheque en blanco, urgen resultados, urge preparación a Ministerios Públicos, peritos y policías, y que su salario sea acorde al servicio que ofrecen, que también se espera mejore sustancialmente, porque de lo contrario, será uno más que ofrece y todo quedará en eso.
Van tres meses del gobierno municipal y es el momento de hacer una alto para demostrar que lo que ofreció sí se cumple, por el bien de los toluqueños, por el bien de las comunidades, por el bien del Estado.
