Morena tiene todo para ganar la gubernatura del Estado de México. La joya de la corona, como le dicen en el lenguaje periodístico y de café. Muchos piensan que todo está hecho y que se tiene simplemente que poner al candidato y todo estará listo como si se tratara de un día de campo.
Tanto al interior de morena como en muchos corros se da por sentado que, independientemente del candidato, morena ganará la gubernatura. Yo mismo he señalado que una buena parte de la estrategia es el impulso electoral que ha logrado ese partido en los últimos años. La política es impulso y el impulso es fundamental para ganar elecciones. He visto a lo largo de los años como diversos partidos dilapidan el impulso pues, piensan, que ese impulso es suficiente para ganar y se duermen en sus laureles. Para ganar el gobierno mexiquense hace falta mucho más que un candidato o candidata para lograr el éxito. Hace falta traducir en acciones y propuestas concretas los postulados de la 4T en el Estado de México. Es decir, falta el programa para solucionar las enormes carencias de los mexiquenses. Hace falta el programa que promueva la generación de empleos y como abatir los enormes contrastes sociales. Hace falta escuchar algo más allá del yo quiero o yo debo ser.
Morena tiene las condiciones exógenas para derrotar a una derecha que junta o separada está salpicada de desprestigio y que huele a derrota. Morena debe actuar con mucha inteligencia y con menos soberbia.
Suman 67 aspirantes a coordinar los comités de defensa de la 4T. El preludio de quien será el candidato o candidata y una clara muestra del desenfado y la falta de operación política. En efecto, en un partido democrático todos los afiliados tienen los mismos derechos, sin embargo, esa participación desbordada solo denota chacoteo y falta de seriedad porque se piensa, erróneamente, que anotándose algo se conseguirá en el camino. Hizo falta la claridad que en su momento AMLO le imprimió entre 2016 y 2017 cuando dirigió el partido en el sentido de que quienes pensaban que inscribiéndose sacarían algo estaban equivocados, quien quiera puestos que se vaya al mercado, decía.
Morena debe pensar y reflexionar con mucha seriedad en quién será el mejor candidato y quién puede, al mismo tiempo, ser un mejor gobernante pues no se trata solo de ganar la gubernatura sino, también, debe dejar los cimientos del triunfo en la contienda electoral por la Presidencia de la República al año siguiente.
Morena tiene que salir unido como partido no solo en la fotografía, sino en la acción.
El enorme reto es que el “movimiento” se mantenga junto y en la misma dirección y para ello requiere de talento y de mucha operación política para conseguirlo. El éxito electoral se consigue en la conjunción de carisma, programa, propuesta, comunicación e impulso. Por ello, hace falta pavimentar varias de esas vías que llevan al éxito. Por eso no se puede equivocar morena. De hecho el juego consiste en no cometer errores y pasar a la acción. Morena debe de tomar la elección de 2023 como la oportunidad de conquistar la gubernatura más importante del país y las oportunidades sólo se presentan una sola vez en la vida. ¡Ahora o nunca!