La voracidad con la que algunos gobiernos persiguen al comercio informal se achica o, mejor dicho, desaparece, cuando se trata de los giros rojos y negros ubicados en Paseo Tollocan, en San Mateo Atenco.
Como quien dice, la “autoridad” muestra su poder con quien puede amedrentar, porque ante la delincuencia organizada, dobla las manos.
Tan solo hay que ir a darse una vuelta por las noches desde Avenida Tecnológico en Metepec y hasta el acceso a San Mateo Atenco, tramo que, aunque parezca inaudito, los table dance invaden de manera ilegal, apropiándose de un carril en la lateral de esta importante vialidad, poniendo en riesgo a peatones y conductores ante los cortes improvisados de circulación, pues ese carril lo apartan con conos naranja para usarlo de estacionamiento y de zona de descenso y ascenso de sus clientes.
Aunado a ello, son giros técnicamente negros donde a todas luces hay narcomenudeo y redes de prostitución de mujeres mexicanas y extranjeras ante la mirada omisa de la autoridad, en amplio sentido.
A los gobiernos estatales y municipales actuales y anteriores les ha temblado la mano y se han convertido en cómplices de los ilícitos que ahí se cometen.
Asesinatos, riñas con saldos rojos, venta de alcohol y drogas a menores de edad, son algunas de las joyas que mes con mes se reportan en estos antros de mala muerte, mientras que la Fiscalía General de Justicia, la Secretaría de Seguridad estatal y otras instancias optan por alimentar sus consejos o mesas de fortalecimiento para solo exponer buenas intenciones pero nada de acciones.
Ineptitud de la autoridad en toda la extensión de la palabra.
Bien dice el dicho que hasta que no te pase en carne propia, pones manos a la obra.
Ojalá a ningún funcionario de primer nivel de cualquier orden de gobierno, le maten o le envenenen con droga a uno de sus hijos en estos lugares, porque, por lo visto, si la crisis no escala a esos estatus, es como si el problema no existiera.
Otro tache enorme es para los clientes de estos giros, que con su consumo fomentan las redes de trata de personas, la venta de alcohol adulterado y de enervantes, que poco a poco van minando la salud y las historias de cientos y miles de personas, sobre todo los más jóvenes. Al tiempo.
