Después de haber dinamitado a la coalición “Va por México” el presidente salió sonriente y satisfecho, pues solo era cuestión de tiempo para lograrlo. Con todo el poder del Estado de su lado, tomó lo más delgado del frente que se oponía a su régimen, para hacer añicos la esperanza que gran parte de la sociedad había guardado en ese proyecto y que, de hecho, mostró una gran respuesta ciudadana en 2021.
Sin embargo, los embates del presidente día con día; cada mañana, iban minando la fortaleza con la que se compuso. Sabía el tabasqueño que podía romper con tal alianza a pesar de que los líderes de los partidos unidos para tal fin: PAN, PRI y PRD, habían declarado en varias ocasiones que muy a pesar de los ataques permanecerían unidos; de esta manera, arroparon al principal objetivo de los misiles de la 4t que se dirigieron a “El rival más débil”, como aquel programa dirigido por Montserrat Ontiveros.
El tiempo y la insistencia por parte de Layda Sansores, actual gobernadora de Campeche, le dieron la razón al único que manda en el país en este momento, la persecución en contra de Alejandro Moreno Cárdenas fue brutal y se recrudeció al grado que salió del país a buscar apoyo en el extranjero, sin embargo; parece que él, como muchos otros políticos, o tienen ya tasado su precio o tienen la cola demasiado larga.
Feliz, el mandatario salió a presumir el logro de su insistencia, el PRI, a través de la diputada Yolanda de la Torre que hoy goza de un mejor porvenir, le dio lo que necesitaba y le urgía, la permanencia del ejército mucho más allá de su sexenio, hasta el 2028. Lo anterior, hizo que las asociaciones que habían impulsado “Va por México” perdieran la fe en Moreno Cárdenas, independientemente de haber declarado éste que la alianza aún prevalecía ¿quién puede creerle?
El problema, es que Moreno y el PRI perdieron la confianza del movimiento, y una vez que eso sucede difícilmente se recupera, como una condición básica del ser humano. “Alito”, quien debió haber renunciado en su momento, cuando era asediado por el gobierno federal, pudo haber permitido que otra u otro tomaran las riendas del PRI, pues cuadros le sobran a ese instituto político, pero no lo hizo, y hoy por hoy el partido político puede estar viendo los últimos años de su esplendor, porque podría pasar a ser un partido satélite, o un partido pequeño nada más; viviendo del resplandor del pasado. Mal destino para el partido que, independientemente de algunos malos representantes, impulsó el desarrollo del país, ahora se debaten entre su existencia, desaparición o mínima versión.
¿Quién lo iba a decir?, los perredistas son en este momento más congruentes bajo la dirección de Jesús Zambrano, y muy a pesar de haber perdido gran parte de sus cuadros que, sin recato, se fueron a sumar a las filas de Morena, corrieron detrás de López Obrador; no obstante, los que quedaron, resistieron los cañonazos.
Aunque, claro que no son todos; priistas y perredistas fueron el blanco de la ambición del gobierno de López, y sin embargo, existen aquellos que merecen punto y aparte, por los que habría que ponerse de pie y aplaudirles porque resistieron y sorprendieron, ellos son: Miguel Ángel Osorio Chong, Beatriz Paredes Rangel, Claudia Ruiz Massieu Salinas, quien por cierto, dio cátedra en su discurso y puso en alto a lo más selecto del priismo.
Por otro lado, el PRI del Estado de México presume que tiene en sus manos la sobrevivencia del partido de la mano del gobierno de Alfredo del Mazo Maza. Aunque, a decir verdad, las señalas que emanan del palacio estatal no son las que se pudieran presumir van en ese sentido, con la orientación de hacer lo necesario para conservar a la entidad que representa la joya de la corona.
Lo peor, es que, si se deja pasar a la segura candidata de Morena, Delfina Gómez, no parece representarle de gran interés lo que la entidad mexiquense necesita para su crecimiento, y, para devolverle el brillo que tuvo. Gran desperdicio, ya que puede ser el centro logístico de la República, y bien puede ofrecer una condición diferente en el ámbito nacional.
Pero habría que recordarle al de Campeche y a los senadores priistas y perredistas que claudicaron, que la composición “Va por México” les permitió, en su momento, ser parte de esa urgencia ciudadana por rescatar lo poco que había posibilidad de rescatar; la traición de “Alito” se resintió en gran parte de los que creyeron en el proyecto, la esperanza se vino al suelo. La decisión funde la ambición por recuperar el progreso que había representado México en el ámbito internacional.
Hoy, México corre riesgo de ser sancionado por su actitud inestable y caprichosa. De seguir por ese camino, enfocado en los conflictos internos que lo han colocado como una de las naciones que representan el menor interés para los inversionistas, porque todo lo que hace el gobierno va en sentido opuesto al de alentar la inversión; el desarrollo y progreso nulos, dan paso, en cambio, a un desafortunado conformismo que no había sido propio de la nación azteca, en ninguna de sus etapas o, si se quiere comparar, en ninguna de sus transformaciones. Porque todas ellas tuvieron algo en común, la búsqueda de la libertad, igualdad y progreso.
Pero las asociaciones no están dispuestas a perderlo todo, y ahora, generan un nuevo movimiento, marcando claramente un punto y aparte; apuntan a una nueva coalición. Derrumbados en apariencia por el duro golpe del tabasqueño, reaccionan; se levantan, se limpian la tierra y, con raspones, se dan cuenta que no pueden correr, pero sí pueden empezar de nuevo a caminar, recordando cómo hacerlo, para empezar de nueva cuenta. El nuevo proyecto por principio ha sido denominado Unid@s,qq que ambiciona integrar a un nuevo bloque, que proyecte un nuevo horizonte esperanzador para muchos mexicanos. Un nuevo movimiento integrador impulsado, entre otros, por Claudio X González y Gustavo de Hoyos.
Habrá que ver sus alcances.
