Luego de tomada la decisión sobre quién será el candidato o candidata a la gubernatura por el Estado de México, la tarea más difícil que enfrentan los partidos políticos es lograr la unidad. Ese fue el problema recurrente del hegemónico PRI y no ha logrado evitarlo o combatirlo del todo. La historia ofrece episodios donde la división le afectó al entonces “partidazo”.
Quizá el caso más claro se dio cuando el PRI decidió postular a Carlos Hank González. Entonces el abogado sureño Enedino Macedo, molesto por ello, lanzó su campaña como independiente; al final ganó el de Santiago Tianguistenco.
Esta situación se volvió a vivir cuando el presidente José López Portillo determinó que el candidato fuera Alfredo Del Mazo González, contra los deseos del propio Hank y del mandatario en funciones, Jorge Jiménez Cantú. Del Mazo tuvo que armar una estructura alterna y prescindir del Comité Directivo Estatal.
Mario Ramón Beteta enfrentó el mismo problema, porque no tenía ascendencia sobre los grupos tricolores y no era mexiquense. Al final dejó la gubernatura, pues perdió la elección presidencial con Salinas de Gortari. Emilio Chuayffet encontró resistencia, pero supo cómo vencerla. Logró que Mauricio Valdés Rodríguez se fuera de Embajador a Dinamarca y se acabó el problema.
Arturo Montiel Rojas y Enrique Peña Nieto alcanzaron la ansiada unidad, pese a que surgieron de un proceso interno para elegir al candidato.
Eruviel Ávila Villegas, con su auto imposición, logró dividir a los grupos locales y armar su propio grupo con casi puro ecatepense y luego su afán de imponer candidato, al margen de los deseos del presidente Enrique Peña Nieto, también dividió a los priistas, al grado de que fue acusado en su momento de favorecer más a Morena que al PRI.
Alejandra del Moral Vela ha sido designada coordinadora de la Defensa del Estado de México, un extraño nombramiento, como antesala de la candidatura por la gubernatura mexiquense. Su designación pareció no sorprender a la clase política.
Paulina Alejandra del Moral Vela inició su carrera política al ser electa como diputada local en 2009 por el Distrito 43 con cabecera en Cuautitlán Izcall. Posteriormente fue electa presidenta municipal de Cuautitlán Izcalli. En 2012 fue electa diputada federal. En 2015 fue designada directora general del Bansefi. Al año siguiente el gobernador Eruviel Ávila la designó titular en la Secretaría del Trabajo y en 2017 tomó protesta como presidenta del CDE del PRI para encabezar al partido en la elección más competida hasta ese momento.
A fines de 2017 asume la titularidad en la Secretaría de Desarrollo Económico.
En 2018 fue candidata al Senado junto con César Camacho y ese mismo año es electa de nuevo como presidenta del CDE, donde logra recuperar 51 municipios en 2021 y 13 distritos locales. En 2021 rindió protesta como diputada en el Congreso local. El 3 de febrero de este año renunció al PRI y asumió la Secretaría de Desarrollo Social.
En su primera intervención como virtual candidata, explicó que su proyecto debe llevar como título “Unidad” y justo esa característica es la que al parecer más le afecta al partido, al menos en este momento.
La ausencia de personajes como Ana Lilia Herrera Anzaldo, aspirante también a la candidatura y del coordinador de los diputados federales, Miguel Sámano Peralta, así como del viejo líder obrero Armando Neyra Chávez y de otros dirigentes, no sólo obreros, sino de grupos bien identificados, hacen suponer que Del Moral Vela, Eric Sevilla, Elías Rescala Jiménez y Luis Felipe Puente, deberán trabajar arduamente para conseguir que el proyecto de Alejandra no se quede sólo en nombre, porque el PRI estaría realmente en peligro, aunque otros partidos como Morena enfrenten justamente el mismo problema.
Por lo pronto, ya logró sentar a la mesa a los exgobernadores Arturo Montiel Rojas, Emilio Chuayffet Chemor, César Camacho Quiroz, Eruviel Ávila Villegas y Alfredo Baranda García. Es un buen paso para empezar la jornada de la unidad y seguro ellos serán determinantes.