El presidente Andrés López Obrador de nueva cuenta visitó el Estado de México, el 19 de noviembre pasado, en esta ocasión, para inaugurar una de las sedes de la Universidad para el Bienestar “Benito Juárez” en Villa de Allende. Durante la ceremonia hizo un anuncio para quienes se inscriban en ella; les prometió que se buscaría la manera de garantizar que tengan un empleo en la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Se ha señalado en insistentemente que dichas Universidades aún no cuentan con la autorización que les corresponde, así como de la falta de profesores y las complicaciones que se han denunciado alrededor de ellas, afectando a los estudiantes que se inscriben, dejando a la deriva su futuro, porque aun siendo cierto que se les buscará un espacio en Conagua, nada les puede garantizar que lo consigan, o que logren colocarse en algún otro lugar, que de por sí ya es complicado incluso presentando un título reconocido y validado correctamente.
El presidente también estuvo presente en la inauguración de la Clínica Comunidad Mexicana de Hemodiálisis en Toluca, lo que hace recordar que el sistema de salud no pasa por el mejor de sus momentos.
Lo que en realidad llama poderosamente la atención, es el hecho que el gobernador Alfredo del Mazo Maza se encuentra alineado al ejecutivo nacional, quién además expresa elogios al mexiquense, cuando es bien sabido que son pocos los que logran arrancar del tabasqueño alguna palabra en ese sentido.
La cercanía del gobernador con el presidente, desde siempre ha marcado un toque de sospechosismo imposible de evitar para propios y extraños, ya que, conociendo las formas del originario de Macuspana, se presumen raras esas manifestaciones que se prodigan uno y otro.
No es un secreto que del Mazo respaldó la iniciativa que impulsó la extensión de la presencia de las Fuerzas Armadas en labores de Seguridad Pública, pues aseguró que la presencia del Ejército en las calles fortalece al Edomex, expresando además que “tenemos un gran respeto y un gran agradecimiento por las fuerzas armadas y hoy expresamos el respaldo a esta iniciativa para que nos continúen apoyando en las tareas de seguridad, como lo han hecho a lo largo de todo el territorio nacional”.
Lo anterior obliga a revisar de nuevo las estadísticas propias del Secretariado Ejecutivo de Sistema Nacional de Seguridad para comprobar que se refiere a la misma nación que hoy por hoy sufre los embates que se ocasionan a causa de la presencia de grupos armados por todo el territorio. No, todo sigue igual, tal vez se refiere a alguna otra parte del mundo.
Sin embargo, revisando la posición del gobernador ante el mandatario nacional, no se puede dejar de lado que Alfredo del Mazo proviene de una familia de arraigo en la política y que materialmente fue educado con las mejores formas para eventualmente prepararse a cargos importantes, como el de gobernador y tal vez, en un descuido, hasta como presidente de México.
Eso no puede estar en duda, lo que sí marca una gran diferencia, es encontrarse de pronto ante la verdad que ofrecen los tiempos que corren actualmente, sobre todo, por las condiciones en las que se encuentra la vida pública del país, particularmente, en el tema político; no es el mejor momento, menos para tener la cercanía que tiene el mandatario estatal con quien se dedica día y noche a la confrontación.
Si bien es cierto que la inseguridad impone la presencia, sí o sí del ejército en las tareas de seguridad, pues es el Estado de México una de las entidades que ha tenido que enfrentar el flagelo de la inseguridad en el sur de la entidad por estar asediado desde hace muchos años por la delincuencia organizada, también lo es que eventos de últimas fechas dejan en claro que el estado de fuerza no es el suficiente para hacerles frente.
Aunque, por otro lado, no se puede evitar puntualizar que el territorio mexiquense alberga una de las infraestructuras más importantes del gobierno federal, como lo es el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, del cual, no corresponde en exclusiva al ejecutivo estatal hacer lo posible por darle la presencia de pasajeros que se presume estarían viajando todos los días en los vuelos que salen de este.
Sin embargo, con la mencionada obra, el territorio se ve beneficiado porque al mismo tiempo se requiere de vialidades y accesos que alimenten a esa central aérea, que, a pesar de que los expertos se han pronunciado continuamente en su inviabilidad, ese no es tema que corresponda resolver a Del Mazo.
Entre ese entramado se le ha dado un impulso importante al Estado, aún faltan obras por concluir como la eterna construcción del tren interurbano México-Toluca, del cual el presidente ya supervisó el avance de las obras y solicitó a las empresas encargadas del proyecto acelerar los trabajos para que pueda inaugurarse, supuestamente, a finales de 2022, aunque de acuerdo a las estimaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), el tren estaría concluido en su totalidad a finales del 2023.
Pero son los elogios que dedica el gobernador mexiquense al presidente los que generan cierta perspicacia a los opositores a López, y que aún maduran la alianza prometida entre PAN, PRI y PRD. ¿Hasta dónde llega la buena educación y trato amable del primer priista estatal para con López Obrador?, ¿cuál es el fondo que les representa nerviosismo y al que le temen los integrantes de la alianza?, ¿piensan acaso que el gobernador ya ha resuelto las condiciones de las elecciones del 2023?
A su tiempo se sabrá.
