Aunque a muchos pueda sorprendernos, hay algunas relaciones de pareja que pueden llegar a ser muy estresantes, a la larga, generando un gran desgaste psicológico o incluso físico y a pesar de eso ninguno de los involucrados se decide a ponerle fin y cortar el vínculo.
El burnout amoroso es un fenómeno que afecta a muchas parejas en las que se normaliza el hecho de sufrir por mantenerse en esa relación.
Ya que es importante conocer las características y señales de alerta asociadas al burnout amoroso, en este artículo veremos en qué consiste, cómo identificarlo y qué hacer ante él.
Saber o no saber gestionar emocionalmente el vínculo de pareja que tenemos es clave ante un caso de burnout amoroso, ya que a pesar de que aún no se considera como una psicopatología ”oficial' por el momento, es algo que se ve con relativa frecuencia en las sesiones de terapia de pareja.
El síndrome del quemado en el amor, también llamado ”burnout amoroso" es un conjunto de malestares emocionales que aparecen en relaciones de pareja en crisis, con cuadros ansioso-depresivos que se han generado por meses o incluso años de problemas en la dinámica de convivencia en un matrimonio o noviazgo. Esto lleva a una sensación de estancamiento generando estrés y desesperanza sobre el destino de ese vínculo amoroso.
Se asume que esa relación es una fuente de malestar con la que hay que cargar con tal de no tener que afrontar grandes cambios, como una ruptura, o bien, cortar con esa dinámica tóxica hablando de lo que pasa y tratando de ponerle solución.
¿CÓMO NOS AFECTA EL BURNOUT AMOROSO?
La característica principal es que ambos miembros de la pareja tienen dificultades de convivencia y problemas constantes que no son capaces de arreglar, y a pesar de ese ambiente tóxico y conflictivo, ninguno de los dos es capaz de romper con la relación.
DISCUSIONES CONSTANTES
Hay una dinámica constante de conflictos y discusiones que acaban desgastando la salud mental de ambas personas contribuyendo a generar un clima de resentimientos, rencor y malestar cada vez más grande.
Las discusiones se originan por una falta de comunicación en la pareja, así como una falta de compromiso, de sueños y planes en común o de habilidades para solucionar los problemas de convivencia.
DEPENDENCIA AFECTIVA
La aparición de estados emocionales cada vez más intensos acaba provocando que la persona o personas de la relación desarrollen una dependencia afectiva hacia su pareja en la que necesitan cubrir cada vez más sus carencias emocionales buscando más afecto, atención y reconocimiento, con la esperanza de reparar de esa manera, el malestar provocado por las discusiones.
DEMANDAS INALCANZABLES DE AFECTO
Esta demanda cada vez más grande de afecto es inasumible en ambos miembros de la pareja, lo que contribuye a generar cada vez más malestar y un ambiente más desagradable, estresante y agotador.
INSEGURIDAD Y SENTIMIENTO DE SOLEDAD
La búsqueda constante de amor, afecto, cariño o atención contribuye a que la persona se sienta cada vez más sola, al considerar que su pareja no le quiere o no le atiende como es debido.
También es habitual en este tipo de casos que las personas no confíen en sus parejas, tengan celos o consideren que su pareja solamente les apoya cuando quieren algo a cambio.
Las personas emocionalmente dependientes a menudo se acaban sintiendo muy solas, ya que llega un punto en que necesitan a la otra persona hasta niveles que no pueden darse en las circunstancias presentes y se pueden llegar a culpar y sufrir mucho cuando no obtienen lo que quieren.
SENSACIÓN DE AGOBIO Y AGOTAMIENTO CONSTANTES
En este contexto de malestar y sufrimiento, el agotamiento tanto físico como mental es una de las características básicas del burnout amoroso. Este agotamiento se produce generalmente por un exceso de esfuerzo para que la pareja siga adelante, pero además por las constantes discusiones, estrés y malestar excesivo que afecta enormemente a la salud mental de las personas.
ANSIEDAD
La ansiedad y el estrés son alteraciones psicológicas muy comunes que pueden acabar desarrollando las personas con un estado de burnout. Llevando también a la aparición de somatizaciones sobre todo en el sistema digestivo, muscular y en la piel.
SOLUCIONES
¿Qué hacer para solucionar una crisis de pareja causada por el burnout amoroso?
- Fijar una fecha y hora para hablar en pareja sobre el problema (dar ese paso ayuda a no seguirlo aplazando indefinidamente).
- No dejar que aparezcan temas tabú de los que se evita hablar (sexo, planes de futuro, dinero, relaciones con las familias políticas, etc).
- Evitar discutir sobre temas importantes cuando estén muy enojados, acordar otro momento para hablarlo.
- Acudir a terapia de pareja para disponer de un espacio en el que se pueda hablar sin miedo a las interrupciones y a ser criticados, en el que se busquen soluciones con la ayuda de un profesional como mediador.
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