Todo debe estar perfectamente calculado. Cada paso que se da está previsto y todo lo que se genera en acciones y productos de comunicación están evaluados antes de “salir al aire” (como dijeran en radio o televisión). Fotografías, frases, colores, diseños, tamaños, formatos, canales, periodicidad, están -dice la teoría- planeados y estructurados para un solo objetivo: ganar la elección.
Como decía un ex jefe, Héctor Sánchez Benítez Tamayo -a quien le guardo profundo afecto y gratitud- “cuando todo está bien planeado, hasta lo imprevisto está previsto”. Se refería a la necesidad de que las estrategias, los planes y programas, así como las tácticas y acciones, tuvieran la previsión de pensar, incluso, hasta las situaciones de crisis que pudieran surgir.
Casi todo lo que se comunica está programado con mucha antelación y los spots de radio y televisión que observamos y escuchamos se han diseñado por expertos en mercadotecnia, política, comunicación, psicología, antropología, sociología, entre otras áreas, en cumplimiento a una estrategia político-electoral. Los mensajes que transmiten -en este caso las candidatas: Delfina Gómez Álvarez y Alejandra del Moral Vela- se estructuraron con mucha anticipación.
Ahí radica el engaño de las campañas, sobre todo cuando se desarrollan en un periodo tan corto como las actuales en el Estado de México: del 3 de abril al 31 de mayo.
Los equipos de cada una de las candidatas seguramente trabajaron con meses de anticipación para mostrarnos -a la ciudadanía en general- las mejores cualidades de cada una de ellas. Se realizan estudios de sus fortalezas y debilidades, tanto de la propia candidata como de su oponente. Se reúne mucha información para identificar las potencialidades y los riesgos que poseen. A partir de ello, se instrumenten las acciones necesarias para que “conecten” con el electorado y tengan mayores oportunidades de convencer y obtener el voto a su favor.
Como parte de esa planeación, se analizan y desarrollan las líneas discursivas y se evalúa la “imagen” que proyecta cada candidata. Realizan encuestas y sondeos previos para conocer qué proyectan. Se desarrollan estudios de opinión cualitativos para saber cómo se les identifica, tanto a la candidata del equipo como a su(s) oponente(s), de manera que se afine la narrativa que habrá de utilizarse para su comunicación.
Es así como todo forma parte de un plan, independientemente de las acciones que en materia electoral deben ejecutar los respectivos equipos y partidos políticos que registran y apoyan a cada candidata. Técnicamente nada queda al azar, aunque siempre debe haber el margen suficiente para ajustar lo que se necesario para alcanzar el objetivo: el triunfo en la elección. No hay medias tintas. O ganan o pierden.
Este miércoles 3 de abril, se habrán cumplido, exactamente, 30 días de campaña y restarán 28 días para cerrar las actividades correspondientes. Entre el jueves primero y el sábado 3 de junio, es el periodo “de reflexión” en el que, tanto los partidos como las candidatas deberán guardar silencio para permitir que la ciudadanía reflexione el sentido de su voto.
De acuerdo con los especialistas, cada semana de campaña debe crecerse en las preferencias electorales, al menos, un punto porcentual. Por ello, en el actual modelo de comunicación político-electoral, si al inicio de la campaña no se arranca en “empate técnico”, quien inicia con ventaja puede enfilarse hacia una victoria, a menos que haya errores que le hagan caer en las preferencias. Por ello, es un engaño de la campaña pensar que se podría remontar una ventaja superior a 10 puntos, aunque no es imposible.
Otro engaño de la campaña es que, precisamente, al estar todo calculado, hay poco margen para conocer la verdadera esencia de cada candidata. Sus historias son públicas -para bien o para mal-, sus aciertos y errores han estado visibles para toda la ciudadanía y su trayectoria en la política y la administración pública es accesible para quienes desean investigar más de cada una, aunque no todas las personas lo hacemos.
Para promover el conocimiento de cada contendiente, el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) abrió el sitio “Conóceles 2023” https://registro.ieem.org.mx/ieemConoceles2023/ donde es posible acceder a información tanto de Alejandra del Moral Vela como de Delfina Gómez Álvarez.
El otro elemento engañoso de una campaña es que no nos permite vislumbrar -con lo reducido del tiempo y lo cuidado de los formatos- analizar qué candidata podría gobernar mejor la entidad, porque de eso trata esta elección: de seleccionar a quien decidirá sobre muchos aspectos que impactan en nuestra vida. Siempre es una decisión fundamental.
Como parte de las campañas, está programado un segundo y último “debate” entre ambas candidatas para el próximo 18 de mayo, y luego del ejercicio anterior que fue cuestionado por morena, se han solicitado ajustes, como lo expresó la propia candidata Delfina Gómez: “Va a depender mucho del Instituto, a lo mejor podría hacer alguna recomendación. Ya ellos tendrán que determinar, porque a veces uno ya mejor prefiere estar con las comunidades escuchando sus necesidades, que en un lugar que no te da una protección de respeto”.
Eso podría significar la posibilidad que la candidata morenista -que en las encuestas se muestra con ventaja en las preferencias- no acuda al segundo ejercicio. Ella y su equipo decidirán.
Y en esas condiciones habrá que elegir, lo importante sería pensar quién tiene las mayores competencias (conocimiento, actitudes y aptitudes) para gobernar el Estado de México -considerando a sus respectivos posibles equipos- y no dejarnos llevar por “los engaños de las campañas”.
PERCEPCIÓN
A estas alturas, con la previsión de la encuestas -que no siempre son certeras- el equipo de Delfina Gómez Álvarez ya está en el diseño de su gobierno. Habrá que ver la decisión final de la ciudadanía.
