A tres semanas de celebrarse elecciones en el Edoméx, la lupa baja a los movimientos ciudadanos en torno a las famosas candidatas, cada una por razones diferentes, no todas íntegras, como es el caso del diezmo que les descontaba obligatoriamente a los trabajadores del municipio de Texcoco, siendo Delfina Gómez Presidenta Municipal quien lo enviaba a su partido, de acuerdo a lo que ella declara.
Quienes conocen a Delfina saben que su apariencia y manera de ser y hablar le caen bien a la mayoría popular de la entidad, hasta podría aparecer como personaje de algún programa de la televisión. Alejandra del Moral, en cambio, con una actitud fresca, “valiente”, joven, es empática con las clases medias que luchan, porque ese es su origen. Trata de sumar a las mayorías, pero la diferencia de puntaje en las recientes encuestas, sin embargo, advierte que la candidata de Morena cuenta con todo el apoyo de su partido y sus leales. En cambio, Alejandra batalla con no pocos priistas y panistas de closet. Está en desventaja.
La más reciente encuesta publicada por el periódico Reforma, este fin de semana, da preferencia a Delfina Gómez con un 57 por ciento, y 43 por ciento a Alejandra. 14 puntos de diferencia que se harán menos conforme las últimas tres semanas pasen; sin embargo, se advierte una situación difícil para la candidata de la “Alianza Va por México”.
Las semanas que restan del mes de mayo para llegar al 4 de junio, fecha de la elección, dan cuenta que será necesario redoblar el trabajo de tierra, ganar el debate, así como sacar a los priistas y panistas a votar, porque representa puntos, además de contar con una estructura para el día de la elección. En eso tienen mucha experiencia. La lealtad se pone a prueba.
Lo cierto es que gane quien gane, el Edoméx pierde. La entidad requiere a un o a una gobernante de una estatura política que pueda enfrentar el complejo siglo XXI, le devuelva la grandeza a la entidad y la confianza a los mexiquenses. No se trata de ganar por ganar: Morena mostrará músculo para las elecciones presidenciales de 2024 en un estado que cuenta con la mayor canasta de votos del país. La alianza lo sabe y “Va por México” lucha por no perder el bastión priista.
