El cambio, única constante

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Publicado en Opinión

El cambio, única constante

Lunes, 05 Junio 2023 00:49 Escrito por 
Hugo Antonio Espinosa Hugo Antonio Espinosa Sin riesgos

Cambiar la operación de los sistemas de prevención, auxilio y recuperación ante emergencias y desastres es el reto más urgente que la sociedad tiene ante sus ojos, si se quiere aspirar a un futuro verdaderamente resiliente y sostenible. No prever, prevenir, ni mitigar oportuna y adecuadamente los riesgos sistémicos que nos amenazan, hoy tiene efectos más contundentes y de largo plazo, con mayor intensidad destructiva y, en algunos casos, con consecuencias irreversibles.

¿Cómo vamos a explicarle a nuestros hijos y nietos que, a pesar de los compromisos que año tras año firman los países más poderosos del mundo para reducir el cambio climático, elevar la resiliencia social, reducir riesgos de desastre y crear desarrollo sostenible, en los hechos, la verdad es que no hemos avanzado nada? ¿Qué les vamos a decir en los próximos 20 años? ¿Que fuimos engañados? ¿Y qué les vamos a decir de los 20 años que ya transcurrieron? Les diremos que desde la firma del Protocolo de Kioto (1997) a los Acuerdos de París (2015); de la Estrategia de Yokohama para un Mundo más Seguro (1994) al Marco de Sendai (2015) las metas no se han logrado, que el mundo se está calentando más, es más riesgoso y menos sostenible. Entonces nos dirán: ¿De qué han servido tantos Acuerdos, Protocolos y Marcos de Acción mundiales?

Pues sí. Para nada. Aunque se sigan firmando documentos de carácter internacional, multilateral y transversal, revestidos de pompa y narrativas incluyentes, si en el ámbito local se continúan tomando decisiones sociales, políticas y económicas contrarias a lo que establecen en dichos acuerdos, seguiremos teniendo los mismos resultados que hace treinta años, pero con la diferencia de que los riesgos sí se irán acumulando a igual que los efectos al medio ambiente. Por lo tanto, todo esfuerzo que se haga para mejorar las condiciones de seguridad y protección a la vida de las mayorías, si no trae consigo cambios profundos y vinculantes en materia económica, política y social; si no se desmontan las condiciones subyacentes a los riesgos sistémicos –corrupción, clientelismo, abuso de poder, cohecho y fraudes–, siempre serán débiles, tardíos y absurdos.

De acuerdo con el Informe de Evaluación Global sobre la Reducción del Riesgo de Desastres 2022 (GAR2022), auspiciado por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastre (UNDRR, por sus siglas en inglés), un desastre es una disrupción grave del funcionamiento de una comunidad, debido a fenómenos peligrosos que interactúan con las condiciones que propician dicho peligro, su grado de exposición, sus vulnerabilidades intrínsecas (físicas y sociales) y la capacidad que tiene dicha comunidad para afrontarlo, teniendo como consecuencias impactos humanos, materiales, económicos y ambientales.

Los factores que impulsan los desastres son diversos, los más recurrentes son el acceso limitado que las poblaciones mayormente expuestas tienen a las estructuras de poder y a los recursos para influir en la toma de decisiones; la falta de infraestructura y condiciones materiales para prevenir y contrarrestar sus impactos; la ideología del desarrollo, rasgos idiosincráticos y hábitos enraizados que limitan la acción colectiva, la movilización y la exigencia del cumplimiento normativo y la aplicación del estado de derecho; asimismo, las desigualdades sociales y factores culturales detonan las emergencias y desastres, de manera sistémica, convirtiéndose en un círculo vicioso imparable.

Estas condiciones, actitudes y comportamientos son componentes del riesgo sistémico, cuya comprensión y análisis deben anteceder a la acción gubernamental y de los sectores privado y social, ya que la no asimilación de este proceso de construcción social del riesgo, ni su consecuente desarticulación y combate, continuará reproduciendo malas prácticas, políticas públicas fallidas y un incremento de muertes, pérdidas materiales y daños ambientales que, más temprano que tarde, llevarán al colapso.

Por eso, el cambio, único constante en el universo, debe estimularse cada vez que sea posible, para sacudir inercias perniciosas, mafias institucionalizadas, desmontar estructuras anquilosadas y barreras mentales que impiden a la ciudadanía involucrarse en su propia seguridad y protección. Hacer las cosas diferente traerá resultados idem. Recuerde que el espacio más seguro es el que construimos juntos. ¡Que su semana sea de éxito!

Hugo Antonio Espinosa

Fue Director del Heroico Cuerpo de Bomberos de Toluca,

Subdirector de Protección Civil e Inspección en la SCT Federal.

Actualmente es Subdirector de Emergencias en el Valle de Toluca, en la Coordinación General de Protección Civil, EDOMEX

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