¿Libertad de expresión?

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Publicado en Opinión

¿Libertad de expresión?

Miércoles, 09 Agosto 2023 00:15 Escrito por 
Alfredo Albiter González Alfredo Albiter González Lo bueno, lo malo y lo serio

Ante la determinación de la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral de imponer medidas cautelares en contra del presidente Andrés López Obrador por sus comentarios contra la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, por advertir posible violencia política de género, nadie, en su sano juicio, pensaría que el mandatario sin mayor problema cumpliría con la exigencia de la autoridad.

De ser el caso, no se trataría de López Obrador. “No me vengan con que la ley es la ley”, frase que lo exhibe de cuerpo entero ante la norma o, para cuando alguna autoridad se interpone entre hacer lo que le viene en gana y lo que ésta determina; es del dominio público que, quien se atreve a utilizar las herramientas legales existentes, de inmediato pasa a ser parte de sus adversarios.

Por lo que era de esperarse que se pronunciara ante tal atrevimiento, sin embargo; no se trata únicamente de la determinación del INE; el presidente desde hace tiempo está empeñado en encontrar los límites legales para permitirse rebasarlos y que sus impulsos sean analizados para, según la reacción de la autoridad, meter el acelerador para superarlos. Esto lo ha hecho a través de sus incondicionales, como el ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldivar, por su malograda ampliación de mandato, lo mismo ha sucedido con la cancelación del aeropuerto, o la “Ley garrote” de Adán Augusto, o las intervenciones del exgobernador de Baja California, Jaime Bonilla, o las del de Veracruz, Cuitláhuac García, todo, apunta a la apuesta de prueba y error.

Pero si existe algo que puede mover los cimientos que presume tener con una fuerza prodigiosa, son las mujeres; partiendo de la idea de que el mandatario no permite que nadie le diga “no” como respuesta a sus deseos, y menos aún, cuando se trata de una mujer, porque el tema con los hombres lo tiene bien resuelto; amenazas, calumnias, sometimiento, entre otros, terminan por doblegar a sus adversarios, pero, ¿qué hacer con alguien que no le teme, que se atreve a decirle “no” y que además, es mujer?

Sí, la bisagra que podría unir, si se lo permiten los políticos tradicionales, a la fuerza civil con el frente opositor es una mujer con temple, con voluntad, a prueba de fuego cruzado y esa persona puede ser la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz. Al presidente le urgía que sus contrarios anunciaran el nombre de quién los representaría como candidato a la presidencia para destruirlo a través de las mañaneras. Su escenario es el espacio más destructor de la clase política e incómodos.

Y bien sabe hasta dónde pueden llegar con sus “recomendaciones”, Ciro Gómez Leyva aún espera que “alguien” lo atienda y le diga ¿quién lo mandó matar? Y, sobre todo, ¿por qué?

Ante este panorama, es que se le ha recomendado a Gálvez tener cuidado y sea más cautelosa de lo que hace, en qué se mueve, por dónde anda y que no camine o circule en su bicicleta como si nada pudiera pasarle, aunque la senadora está acostumbrada a hacer todo sola; esas recomendaciones no las acepta del todo.

A pesar de ello, en el caso de presentarse algún atentado en contra de la panista, surgiría un grave problema para el presidente, no hay manera de imaginar lo que podría desatarse, y nadie más que él, ha hecho que tanto la senadora, como otros, al igual que ella, teman por su seguridad y sus vidas por lo que pudiera ocurrirles.

Mientras tanto, el INE ordenó el retiro o modificación de las conferencias matutinas y las versiones estenográficas del 10, 11, 14 y 17 de julio que contengan las expresiones denunciadas en un plazo de 12 horas. ¿Qué hacer en el caso de incumplimiento?, la autoridad debería entonces empezar a sancionar, de no es al mandatario por todo lo que ello implica, el directamente responsable de la comunicación de presidencia es Jesús Ramírez Cuevas.

Mientras la autoridad encuentra la forma de hacer respetar sus decisiones, las manifestaciones del presidente no se detienen. Declaró que no está influyendo en el proceso electoral rumbo al 2024 y que no está llamando a votar a nadie, acusó además que el INE y el Tribunal Electoral están vendidos o alquilados. Son tantas las veces que ha dicho lo anterior, que ha terminado por acostumbrarnos a escucharlo, pero no por eso, es lo correcto.

El presidente, se comporta como un personaje arbitrario, al que no le merecen ningún respeto las instituciones, las leyes, y el pueblo, el cual, existe únicamente cuando dice representarlo, pero no para cuando le reclama o exige justicia. ¿Cómo puede alguien, con todo el poder que ostenta, en este caso, el titular del ejecutivo federal, quejarse de que tal determinación es una “violación flagrante” a la libertad de expresión? Y, lo increíble, se queja de abusos, ¿en su contra?

El presidente le juega a ser opositor y al mismo tiempo gobernante, únicamente para lo que le conviene y le sirve, quiere a un pueblo sumiso y obediente, comiendo de su mano y que no le exija nada, pero esta vez, tiene enfrente a una mujer que no se espanta fácilmente.

Y no se trata de Xóchitl Gálvez o del efecto que se le adjudica. No, se trata de algo aún más complejo, y puede ser el camino que utilicen las mujeres para empezar a deshacerse del patriarcado político; si Xóchitl o cualquiera otra en las mismas condiciones consigue en su favor una buena cantidad de votos para el 2024, las cosas en el país cambiarán de plano.

No se trata de enfrentar al primer mandatario, sino a los partidos políticos; todos ellos bajo el control de grupos de élite, por eso la irrupción debe ser definitiva, pero tampoco es lo único, porque al igual que hay quienes son capaces de ponerse de tapete, también los hay los que no desean que las cosas cambien.

La oposición está en busca de un resurgimiento social, y de un país más equitativo, hoy más que nunca es indispensable abrazar la libertad, la que es tutela del pueblo, no del gobernante, ¿cómo López o cualquier otro en su posición, cree tener el derecho de exigir libertades cuando son ellos los que deberían garantizarla?

Por lo anterior, cabe una pregunta: ¿Cómo obligar a un personaje que ostenta todo el poder, a respetar las leyes? El fuero se creó con una finalidad sustentada pero mal utilizada, aunque son los servidores públicos, aquellos que reciben y cumplen con las órdenes, los que no disfrutan de esa protección, y cada uno de ellos, tiene una responsabilidad que atender, habría que empezar por sancionar con severidad lo que dispone la ley.

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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio