Emprender parece fácil, pero no lo es. La mayoría de las inversiones en pequeñas empresas tienen pocas posibilidades para hacerse realidad, ya sea porque no cuentan con los estudios de mercado que dicen si estás en el lugar indicado para captar a los usuarios necesarios para obtener dinero.
Sin embargo, algunos negocios se han hecho grandes a partir de una idea pequeña. Suerte, momento adecuado, producto necesario y otros factores han sido la diferencia para lograr que ese puesto dure años y abra sucursales por todos lados, o se quede en un intento donde después tendrás que rematar el mobiliario e incluso los utensilios que compraste.
Las redes también se han convertido en un mercado y se ofrecen como un espacio para todos aquellos que necesitan dinero o un producto. Tal es el caso de los grupos de venta de Facebook, donde no necesitas tener una cuenta de Prime o Mercado Libre para vender desde zapatos, hasta autos, ropa usada, nueva, etc. Las mujeres han tomado la batuta en este tipo de salas, donde el arte de subastar ropa y artículos se ha convertido en un negocio bastante lucrativo.
Simplemente se unen a un grupo que las proteja y donde puedan desarrollar sus actividades económicas. Es una especie de networking de redes, donde te unes a millones de mujeres que buscan o venden cosas y simplemente dejas que las cosas sucedan.
Tal es el caso de Mujeres Maravilla, una página de Facebook donde mujeres realizan subastas en vivo para vender ropa, muebles, juguetes, etc. Las pujas son de poco a no más de 1000 pesos, pareciera una cosa muy simple, pero me hace pensar que la creatividad en una economía a la baja siempre halla los caminos correctos.
La supervivencia es vital y el movimiento es lo que nos mantiene vivos. De acuerdo a los datos del Informe CX Trends 2023 de Zendesk, las redes garantizan un contacto real y constante con el consumidor. El “72% de los clientes quiere un servicio inmediato y demandan experiencias naturales y de conversación”. Es decir, no solo se trata de vender, el conectar con otras mujeres, compartir preguntas, recibir respuestas sobre distintas problemáticas fluye en distintos comentarios que no solo tienen que ver con hacer un intercambio comercial.
Desde siempre las actividades económicas acarrean relaciones sociales que nos permiten avanzar en la vida. Las mujeres jamás nos quedaremos sentadas esperando que algo suceda o que se nos den los espacios para crecer. Simplemente abrimos la brecha para lograr nuestros sueños, ya sea en una gran empresa o en las redes.
Nada nos detiene, ya sea como “Nenis”, “Hadas”, “Mujeres Maravilla”, “Bazar”, etc. Siempre le damos la cara a la mala economía, porque a veces la sororidad se hace acción y no solo palabra.