Así como el modelo económico ha cambiado e incluso esos cambios los pudiéramos agrupar en etapas, junto a ellos y de manera paralela se han dado cambios en todos los aspectos del desarrollo de nuestra sociedad, de hecho, la Sociedad Civil ha cambiado en sí misma, la idea en torno a ella no es la misma que teníamos hace 200 años, aunque la idea primigenia continúa siendo esencialmente la misma, al final del día aunque con otra denominación y algunas ideas distintas, el capitalismo sigue siendo capitalismo.
En varias ocasiones hemos tratado de describir a esa Sociedad Civil en este espacio, refiriéndonos a ella como ese cúmulo de gobernados, que día a día estamos buscando en el ámbito económico nuestra propia realización, teniendo en teoría al Estado a su servicio, el que garantiza el cumplimiento y respeto de los derechos fundamentales en el diseño de las democracias modernas: libertad, igualdad, seguridad y propiedad.
Desde luego el diseño en teoría suena muy bien, el Estado está para procurar la realización en el ámbito de las transacciones privadas de los gobernados, permitiendo que sea la economía, particularmente el libre mercado el que con su idea de justicia oriente la distribución de la riqueza, pero en la realidad el asunto es complejo, hay demasiados contratiempos en ese diseño, en muchos momentos la sociedad se debe imponer con sus manifestaciones al Estado, para reclamar su intervención y corregir los errores en la distribución de la riqueza que propicia el libre mercado, siempre injusta y abusiva.
Los cambios que ha vivido la Sociedad Civil en su conceptualización, composición y comportamiento no se han dado como resultado de un proceso de evolución, esos cambios están íntimamente ligados con los cambios en el modelo económico y aunque la Sociedad Civil sigue siendo en esencia lo mismo, la forma en que percibe la realidad, los conflictos sociales y su forma de acción ha cambiado de fondo, cambios en los que algunos sostenemos el modelo económico ha encontrado mecanismos cada vez más complejos para controlar a la sociedad misma y hacer que cada vez acepte más injusticias, sobre todo de tipo económico y social.
Durante la primera parte del siglo pasado gracias a la Sociedad Civil se detonaron revoluciones que reclamaron el reconocimiento de derechos sociales, la revolución mexicana es producto de esa visión; varios movimientos como los magisteriales, estudiantiles, médicos y algunos impulsados por otros sectores de la sociedad, fueron protagonistas en la lucha y reclamo por la democratización de los sistemas políticos autoritarios del siglo XX.
Lo extraño es que hoy, en medio del paraíso de los Derechos Humanos, los excesos continúan, las injusticias persisten y la miseria es aún más marcada que en el siglo pasado y más extraño es aún, que la sociedad civil y sus mecanismos de lucha no estén presentes por ningún lado, pues este momento no sólo esta caracterizado por la marcada desigualdad social, sino por la pérdida evidente de esos derechos sociales que se lograron en el pasado.
¿Cuál es la lucha de la Sociedad Civil actual?, lamentablemente la que según la idea de los Derechos Humanos debe versar en contra de cualquier forma de discriminación, una lucha que se ha centrado en mucho en aspectos de la vida privada de cualquier sujeto como su preferencia sexual, una lucha que se está dando desde las redes sociales y sin ningún tipo de contexto teórico sobre los fenómenos sociales de nuestro tiempo.
¿De qué sirve una revolución que lucha por tener baños unisex en los centros de trabajo?, ¿de qué sirve una lucha que busca que a todo mucho se le hable a quien así lo exija de manera indeterminada en cuanto a su género?, no de mucho cuando las oportunidades y condiciones para la realización material de la sociedad son cada vez más desiguales.
La Sociedad Civil actual es más de discurso que de acción, la acción social está prácticamente enterrada; hoy, en esta revolución cómoda de la sociedad, se sigue un horario de lucha, se buscan siempre beneficios económicos de goce inmediato, pero sobre todo las victorias que se logran buscan el reconocimiento de minorías que antes fueron satanizadas, aunque realmente sólo sobre aquellas que tienen una relevancia mediática, pues en el imperio de los Derechos Humanos las minorías culturales como la indígena están desapareciendo, sin que nadie se anime a incluirlos en la agenda de la revolución cómoda de nuestra Sociedad Civil mediatizada e inmediatizada.
ADDENDA
- Dicen que en Guatemala los indígenas votaron por un país mejor en esta elección, lamentablemente el sistema de partidos no es el camino del cambio, de hecho de esto hablamos un poco en esta entrega y bajo esta tónica el cambio se dará cuando la Sociedad Civil tome la organización, reflexión y progreso en sus propias manos, entendiendo que el problema fundamental es la desigualdad económica y social, y no la idea de discriminación generalizada que nos ha vendido la teoría de los Derechos Humanos.
- Hablando de la Sociedad Civil, sus cambios y su comprensión, en ESFOPS impartiremos en México 10 cursos, todos ellos, con algunas restricciones, de impartición gratuita para todos los interesados; dentro de ellos tendré la oportunidad de ser el facilitador de un curso que denominamos: MOVIMIENTOS, ACTORES Y PARTICIPACIÓN POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA, la invitación está abierta, tanto para este curso, como para los 9 restantes.
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