Ah, la gloriosa política mexicana, siempre tan predecible en su impredecibilidad. Nos encontramos en pleno espectáculo de la pre-selección presidencial, y quién lo diría: tres dignos contendientes del Frente Amplio por México y seis almas esperanzadas de Morena compiten por la corona.
El Frente Amplio por México (de nombre mucho más rimbombante que su propuesta) nos ha presentado a sus gloriosos finalistas para la candidatura: Beatriz Paredes (PRI), Xóchitl Gálvez (PAN) y Santiago Creel (PAN). O, para aquellos que tienen miedo de que el INE les eche una regañada, al "responsable de la construcción del Frente Amplio por México". Lo gracioso de todo esto, es cómo los panistas, que son dos, aparentemente no se dieron cuenta de la matemática básica y dividieron sus preferencias.
Xóchitl Gálvez lidera las encuestas como si de un programa de talento se tratase. Con su sonrisa y carisma, muchos la ven como la estrella que iluminará los oscuros cielos políticos mexicanos. Mientras tanto, sus compañeros del PAN parece que juegan al tradicional juego infantil "El patito feo". Santiago Creel, una vieja guardia del panismo, sería sabio si decide conceder el trono a Xóchitl, después de todo, nada más mexicano que una retirada digna.
Por el lado del PRI, Beatriz Paredes intenta rescatar el nombre de su partido, quien le debe mucho, pues cuando quiso ser la candidata, para sacarla de la jugada, la enviaron como embajadora a Brasil, uno pensaría que el machismo priista no podría silenciarla más. ¿Será que ahora, con la bandera del Frente Amplio, logre romper esos techos de cristal? Esperemos que esos priistas, esos que la mandaron de viaje, ahora la apoyen.
Pero, ¿Y qué decir de Morena? A medida que se acerca el 27 de agosto, la competencia se siente más como un concurso de popularidad en el patio de la secundaria. Esa tradición de seleccionar a las casas encuestadoras mediante tómbola... ¡Qué innovador! Nada dice "democracia moderna" como un buen juego de azar.
De los seis aspirantes, ya sabemos que tres de ellos tienen las probabilidades de ganar equivalentes a encontrar un billete de $500 en la lavandería. Y las verdaderas "corcholatas" se pelean entre sí como niños por un juguete nuevo.
Gerardo Fernández Noroña, Manuel Velasco y Ricardo Monreal, parecen ser los "extras" en esta telenovela, mientras que los verdaderos protagonistas son Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, junto con Adán Augusto López, que podría ser el tercero en discordia, quienes, en un giro dramático de telenovela mexicana, ya han comenzado con sus acusaciones mutuas.
Esperemos que, al final de todo este espectáculo, México salga siendo el verdadero ganador. Porque, después de todo, los ciudadanos merecen más que simples rifas y juegos de poder. Lo que sí es un hecho, es que la política mexicana siempre sabe cómo sorprendernos.