¡Cuánta razón tenía Pitágoras al decir: "Educa a los niños y no tendrás que castigar a los hombres!". La gran importancia de padres presentes, ya sea la mamá o el papá, pero presentes.
La importancia de la salud mental, de establecer límites, de inculcar valores, de enseñar el respeto por los demás y por la vida misma. También la crisis de fe en diversas religiones, donde los escándalos de sus líderes han alejado a los creyentes, sin mencionar los múltiples requisitos para ser parte de ellas.
Tenemos una sociedad sin límites, deshumanizada, carente de valores, por lo que día a día aumentan las cifras de feminicidios, asesinatos y violencia en todas sus formas, tanto entre adultos como entre niños y hacia los animales. Estamos realmente viviendo una crisis social de valores. No es exclusivamente un asunto del Gobierno, pero sí un asunto que requiere un esfuerzo conjunto.
El Gobierno, desde su posición, debería fomentar una cultura de salud mental, difundiendo los síntomas que deben ser atendidos. En muchos casos de feminicidios, las mujeres son asesinadas por sus ex parejas o parejas violentas, quienes carecen de control emocional y no respetan la voluntad de la otra persona al terminar una relación. Quieren imponer su fuerza y, aunque la intención no sea necesariamente matar, la adrenalina y el desborde de emociones terminan llevándolos a cometer el acto. ¿Y cuál es la necesidad de esto?
Los padres, por supuesto, saben qué tipo de hijos han criado, si son capaces de robar o matar, si son buenas personas o personas de bien. Cuántas escenas hemos presenciado de madres desgarradas por perder a un hijo en un asalto a manos de la policía, porque su hijo se dedicaba al robo. En este punto, la familia debe tomar decisiones: ¿preferimos ver a nuestro hijo muerto o en la cárcel pero con la posibilidad de enmendar su vida?
Cuántos jóvenes se sumen en las drogas y el alcohol para escapar de la realidad. ¿Cuántas mujeres han sido asesinadas en los últimos 5 años? Podemos empoderar a las mujeres, pero siempre he sostenido, y no dejaré de decirlo, ¿qué se está haciendo para reducir el número de generadores de violencia?
Es asombroso que los bebés nazcan blancos, limpios y puros, y somos nosotros quienes les inculcamos miedos, creencias, violencia, tolerancia, bondad o maldad.
Esta crisis social solo se detendrá mediante un esfuerzo conjunto. Tener un policía en cada casa no es la solución. El problema se origina en la raíz y requiere un enfoque interinstitucional, involucrando al Gobierno y a la sociedad. De lo contrario, continuaremos escribiendo historias de dolor día tras día.
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