Cuando abrieron Town Square se convirtió en la novedad. Todo mundo quería caminar por sus amplios pasillos. Los restaurantes se llenaron, las tiendas mostraban sus luminosos aparadores con las últimas tendencias. Por supuesto, es atrayente para todos.
Cada fin de semana, empezando desde el jueves, la plaza se llena de miles de jovencitos que rescatan la antigua manera de conocerse y flirtear con otras personas, dan vueltas interminables por Town. Se suben a la tirolesa, que ahora sabemos que no tenía el aval de Protección Civil; Se echan de la resbaladilla, que aún no sabemos si ha sido revisada y son observados por miles de desconocidos porque la mayoría, entre los 10 a 16 años caminan, muchas veces sin la vigilancia de un adulto responsable, tan solo, porque la plaza “parece segura”, pues hay guardias y cámaras por todos lados.
Esto es por las mañanas y tardes, pero ¿Qué pasa por las noches? Al parecer la vida nocturna de Town es muy parecida a lo que sucede por la mañana, no hay suficiente seguridad y muy probablemente no se haya revisado que los antros y bares que se encuentran dentro de la plaza, cuenten con la seguridad suficiente para todos aquellos jovencitos que comienzan su vida fiestera.
En TikTok e Instagram hay suficientes videos como para saber que algo no está bien. Peleas en el estacionamiento, balazos. Suficiente para preguntarnos de nuevo ¿Sabemos a dónde van por la noche nuestros hijos? Probablemente, sabemos el lugar, pero definitivamente no sabemos si están bien, si se encuentran protegidos o si se enfrentarán a peleas que no sabemos cómo terminarán.
Julio Guzmán estaba en el bar 512, disfrutando la vida. Hacía lo que todo joven, la pasaba bien y de pronto la tragedia se hizo presente. Una pelea se salió de control, empezó en el bar, terminó en la calle con funestas consecuencias. De acuerdo a declaraciones de un familiar, la policía sí intervino calmando los ánimos, pero no permanecieron en el lugar, por lo que se reanudó el conflicto, un hombre detonó un arma y mató a Julio.
¿Qué dicen las autoridades? Se han posicionado a favor de encontrar al culpable y revisar ¿todo lo que no se había revisado?
El bar se deslindó de responsabilidades y hasta cierto punto no es culpable, pues hacen lo que todo negocio, venden diversión y todo lo que conlleve compromiso no está dentro de su presupuesto.
Ante tanto dolor y sin saber quién es el responsable, la familia y amigos se manifestaron frente a la Dirección de Seguridad y Tránsito Municipal de Metepec para pedir que se haga justicia y esperemos que así suceda.
Seguramente es momento no solo de presionar al gobierno municipal de que revise, supervise y quizá hasta cierre cierto tipo de antros, porque siempre habrá un lugar y nunca faltará alguien que no controle sus impulsos y convierta la fiesta en un funeral. También es preciso reflexionar, que ante situaciones peligrosas, primero es la vida. Afuera el mundo enloquece y no sabemos cuando podamos cruzarnos con alguien que decidió cargar una pistola.
Pregunto de nuevo, ¿sabemos si es seguro Town Square? O lo seguimos tomando como guardería gigante para chicos y grandes.