Estas elecciones a celebrarse el primer domingo de julio, marcarán un antes y un después en las administraciones municipales; en varios municipios habrá la posibilidad de reelegir al Presidente Municipal que termina su periodo de tres años, para el inicio de uno nuevo por igual tiempo.
Tal vez sea la oportunidad para que en verdad la gestión de los ediles sea calificada por la ciudadanía, al momento de emitir su voto, al elegir al que termina o a otro diferente, con la esperanza de que cumpla con la serie de compromisos que naturalmente se ofrecen en campaña, que no es igual prometer, que cumplir.
El periodo de tres años por mucho tiempo fue tema de discusión. Tres años en realidad, es muy poco tiempo para poder desarrollar un plan de trabajo municipal, en especial, cuando el cuerpo que forma parte del cabildo carece de experiencia, a pesar de que aparentemente se les prepara para el cabal cumplimiento de las obligaciones que les corresponden, desafortunadamente, son muchos los que no terminan por conocer cuales son las que les toca a cada uno.
La administración municipal no es cosa sencilla, y la preparación debería ser intensa para un correcto desempeño de quienes manejarán los hilos de los recursos que les corresponde a su municipio, que llegan por diferentes vías, saber lo que debe hacerse, conocer las carencias, lo que sirve y lo que ya no, cambiar lo que debe cambiarse, pero en especial, escuchar y resolver los problemas de su comunidad a la que se deben.
Sin embargo, parece que a muchos de ellos les preocupa principalmente cuanto es lo que van a percibir por el trabajo que van a realizar, no debe extrañarse, en cualquier lugar a donde se dedique un trabajo es lógico que se espere una remuneración; sin embargo, no debe ser lo más importante, lo que realmente debería preocuparles es si están preparados para desarrollar las actividades que les corresponderán, y éste, como en cualquier trabajo, más vale que se haga con pasión, con gusto, con entrega y dedicación.
Ahora bien, existe en varios municipios una serie de complicaciones heredadas por sus antecesores, proyectos inconclusos, desatención de conflictos, falta de servicios, pero sobre todo, y lo más preocupante, son las deudas, porque hasta el momento que tienen la oportunidad de revisar todo lo que tiene que ver con el encargo que ganaron en las urnas, poco a poco se van enterando de esos problemas que se guardan, hasta que para encontrar la solución, para algunos, o para muchos de ellos, ya es demasiado tarde.
Ejemplos hay muchos, aunque si se considera tan sólo la idea de intentar evitar el bulto, con el deseo de que se alargue en tiempo para que le corresponda a los nuevos que van a sustituir a los que conocen lo que debería atenderse, es apostarle a la suerte, y eso, es jugar con la ley, y con las instituciones encargadas de impartir justicia.
Para ser claros, tanto las demandas de trabajadores por despidos injustificados, como lo que ha dejado de pagarse a los prestadores de bienes y servicios del ayuntamiento, como por ejemplo, tarde o temprano tendrán que liquidarse, sobre todo, cuando una autoridad judicial así lo determina, nadie debe estar por encima de la ley.
Quienes han experimentado una determinación judicial para ser suspendidos y separados de sus cargos, bien pueden dar cuenta de ello, pero, parece que a la clase política, esas condiciones parecían no preocuparles, y dejaron que un problema por pequeño o simple que parecía para haberse resuelto, creció hasta el punto de que ya no había forma de encontrar una solución.
Fueron 16 ex ediles contra los que un juez dictó medidas cautelares, no son pocos, ellos deberán presentarse a firmar cada 15 días en el tiempo que dure el proceso que se les sigue, deberán cumplir con la medida ordenada después de haber depositado como garantía económica la cantidad de cinco mil pesos.
El ex alcalde de Coacalco, David Sánchez Isidro, precandidato a la alcaldía de Coacalco, promovió un juicio de garantía de amparo para que no se le prive de su libertad por una orden de aprehensión; sin embargo, por ley tuvo que presentarse a una primera audiencia de vinculación a proceso, por desacato de un mandato judicial derivado de un laudo laboral. Ésta se llevó a cabo en un juzgado federal de Nezahualcóyotl y de resultar responsable y por ende, condenado, será inhabilitado para ejercer cualquier cargo público.
Así lo dio a conocer DigitalMex, y será cuestión de tiempo para conocer la resolución final del asunto.
