Lic. Eduardo Romero Jaimes[1]
Dr. Gonzalo Levi Obregón Salinas.[2]
Las personas portadoras del Virus de Inmunodeficiencia Humana constituyen un grupo considerado en situación de vulnerabilidad que enfrenta grandes luchas diarias. Desde la detección de la enfermedad y hasta el momento en que logra tener una carga viral que la hace indetectable/intransmisible, gracias a que ya existe un protocolo que permite llevar una vida acompañada de medicamentos que ayudan a realizar las actividades cotidianas.
El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es una enfermedad que es silenciosa en ciertos casos hasta por años, en otros casos se desarrolla mucho antes de tiempo, causando al portador el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), de ahí su importancia que se detecte a tiempo. Si bien la enfermedad no tiene cura, actualmente se está trabajando por una vacuna, la cual ha tenido avances significativos. Mientras tanto, existen antirretrovirales que ayudan a tener por cantidades minúsculas el virus y esto genera que la persona sea indetectable/intransmisible.
En México, se tiene el reporte de las personas infectadas, de acuerdo con el informe del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de VIH de la Secretaría de Salud (SSA), desde 1983 y hasta el primer semestre de 2022, en México se ha diagnosticado a 341,313 personas con VIH. De este total, 278,599 (81.6 %) son hombres y 62,714 (18.4 %), mujeres.
Ciudad de México es la entidad federativa con la mayor cantidad de casos diagnosticados, con 46,653 (13.7 %). Le sigue el estado de México, con 34,405 (10.1 %); Veracruz, con 31,866 (9.3 %) y Jalisco, con 19,575 (5.7 %). En contraste, las entidades federativas con menor incidencia de casos son: Aguascalientes, con 2,082 (0.6 %); Zacatecas, con 2,094 (0.6 %); Baja California Sur, con 2,120 (0.6 %) y Durango, con 2,221 (0.7 %).
También existen estigmas sobre esto, como se muestra, la mayor parte de personas infectadas proviene de hombres y automáticamente se piensa que de hombres homosexuales. Esto se relaciona directamente con cuestiones de índole sexual, lo cual es sólo una parte de las maneras en que una persona se puede infectar. Existen diferentes formas para esto, se encuentra la transmisión del virus de madre a hijo al momento de concebirlo, por compartir agujas o jeringas ya usadas por una persona infectada y por no usar preservativo en el acto sexual. Según el mismo estudio del Sistema de Vigilancia, de 2010 a julio de 2022 se diagnosticaron 168,293 nuevos casos de VIH. En 2018 se detectó la mayor prevalencia, con 17,486 casos. Si restamos la cantidad de 341,313 que es el periodo de 1983 a 2022, por el periodo de 2010 a 2022 que comprende la cantidad de 168,293, da como resultado que de 1983 a 2009 se han registrado 173,020 casos. De 2010 a 2022 son sólo doce años, mientras que del periodo de 1983 a 2009 son veintiséis años.
Es alarmante el crecimiento, a pesar de existir alternativas para no contraer la enfermedad. Aunque existen factores muy importantes por los cuales esto sigue creciendo. El primero de ellos es por la discriminación que existe a este grupo, fomentando el miedo hacia la enfermedad y, como consecuencia se habla menos del Virus, aislándose de la información necesaria para prevenir dicha enfermedad y en dado caso de tener el Virus, el mismo miedo genera el no realizarse los estudios necesarios para comenzar el tratamiento. Al negarles el servicio a la salud o en donde no se tiene acceso a tal servicio, provocando el aumento de personas infectadas porque al no saber su estado de salud, evidentemente no saben que portan el virus, lo cual genera que se siga esparciendo el virus.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos enlista una serie de Derechos que tienen las personas respecto al VIH: 1. Como cualquier otra persona en México y el mundo, las personas que viven con VIH o sida deben gozar de los derechos humanos fundamentales. 2. Vivir con VIH o con sida no debe ser motivo de discriminación de ningún tipo. 3. Nadie está obligado a someterse a la prueba de detección del VIH, ni a declarar que vive con VIH o con sida. La prueba de anticuerpos es voluntaria. 4. Las víctimas de violación sexual tienen derecho a una valoración para que, en caso de requerirlo, reciban profilaxis postexposicional al VIH, durante el tiempo que sea necesario. 5. Si decides realizarte la prueba, tienes derecho a recibir información suficiente, a que los resultados sean manejados de forma anónima y confidencial y a que éstos se te entreguen de forma individual y por personal capacitado.
Es importante recibir la información adecuada sobre este tema, así se previenen contagios y se evita el crecimiento de las cifras ante la actual pandemia del VIH que es una de las que se habla cada vez menos. Asimismo, se deben dejar a un lado los estigmas hacia la enfermedad y hacia las personas, ya que se vulneran sus derechos humanos. En el mismo sentido también se genera el miedo a la enfermedad, provocando así, que las personas no se realicen las pruebas o que no se mediquen. También se debe recordar que la lucha contra el VIH también es que se tengan los medios necesarios de salud para combatir el Virus, es decir, los medicamentos y los test para detectar la enfermedad, así como el seguimiento.
[1] Esta columna se pudo realizar gracias al programa Buzón de Libros, así como al programa Laboratorio de Derechos Humanos, de la Defensoría Municipal de Derechos Humanos de Cuautitlán Izcalli.
[2] Estudiante de la Maestría en Derecho del Posgrado en Derecho de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, Colaborador del programa Laboratorio de Derechos Humanos de la Defensoría Municipal de Cuautitlán Izcalli.
[3] Defensor Municipal de Derechos Humanos de Cuautitlán Izcalli, y profesor del Posgrado en Derecho de la Fes Acatlán, Integrante del SNI, del CONAHCYT.
[4] https://www.inegi.org.mx/app/saladeprensa/noticia.html?id=7799#:~:text=La%20tasa%20de%20mortalidad%20por,a%20una%20instituci%C3%B3n%20de%20salud.
[5] https://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/cartillas/1_Cartilla_VIH_sida.pdf