Las filtraciones de documentos desde el Comité Directivo Estatal a Morena están siendo ya investigadas para llegar a las últimas consecuencias. Si bien no tiene repercusiones legales, debe darse a conocer quiénes fueron o fue culpable, sobre todo porque no sólo representó un ataque a una persona o al PRI estatal. Atenta contra el PRI nacional, y el propio presidente Enrique Peña Nieto, el hoy gobernador electo Alfredo del Mazo Maza y el gobernador Eruviel Ávila Villegas. Ante ello, el castigo debe ser ejemplar.
Las estrategias priistas se filtraron al equipo del mejor operador de Morena, Ricardo Monreal; el avance de este partido en el proceso electoral, por las circunstancias que quieran (hartazgo social, yerros y escándalos del gobierno federal), fue contundente. La pregunta si ese resultado también deriva del análisis de estos documentos o le faltó tiempo a Morena para analizarlos y aplicar sus propios métodos de desactivación.
Es evidente que hubo saña en contra el candidato aliancista, ¿de dónde viene tanto coraje y enojo interno? Quienes o quien orquestó el que la información más importante de la campaña de Alfredo Del Mazo llegara a manos de Andrés Manuel López Obrador iba con todo para que perdiera las elecciones.
Pero no sólo representaba que e perdiera el Estado de México, los alcances son mayores: la elección presidencial de 2018 y la renovación del Congreso de la Unión, el local y los ayuntamientos. ¿No sabían los o el artífice de todo este lodazal lo que representaba para el Partido Revolucionario Institucional?
Es por ello que cualquier resultado que se obtenga se haga público. Representa alta traición por todo lo que implica para el partido y su militancia, sus gobiernos y representaciones populares.
Por otro lado, Morena tuvo en sus manos oro molido. Como lo preguntaba, ¿no le dio tiempo? ¿No supo descifrar? ¿Le faltaron operadores? Lo que sí, es que obtuvo un gran resultado que, de repetirlo o aumentarlo, le daría un gran control político en la entidad.
Ernesto Nemer Álvarez, quien asume mañana la presidencia del Comité Directivo Estatal del tricolor, tiene ante sí un gran reto. Le toca decidir cuáles son los mejores perfiles de los candidatos. Debe tejer fino, como acostumbra hacerlo, para sacar un proceso electoral que es tan importante o más que el de gobernador y que inicia el 8 de septiembre, para que Alfredo Del Mazo gobierne con tranquilidad, con control político y administrativo.
En tanto, Del Mazo debe hacer lo suyo, elegir a los mejores perfiles para que lo acompañen en su gobierno. Debe tomar decisiones en los nombramientos de su equipo desde el principio, pues no sería bueno que en enero renunciara alguno para lanzarse como candidato. Por ello, los nombres al gabinete definitivo todavía son una incógnita.
