El periodista sorbe lentamente de su café americano sin azúcar y deja sobre la mesa el periódico que lo acompaña, y que en su titular destaca la embestida simulada contra el Poder Judicial. Hace unos días, tuvo que subir a un camión para dirigirse a sus oficinas del centro de la ciudad, Serían como las 08:50 (también cómo se le ocurre subirse a un autobús a esa hora). Iba lleno, hasta el tope, pero el chofer quería más. Se paraba y gritaba “¡pásele hasta el fondo!”, “¡Hay lugares, camínenle pa’ trás!”, “¡dejen pasar por en medio!”, “¡no los voy a dejar bajar por enfrente, camínenle!”… Y el tipo conducía como… como chofer. Bajaba gente en doble carril, le “aventaba laminaso” a otros camiones o automovilistas. Esquizofrénico e iracundo, y la música que sonaba no ayudaba. Yaguarú no sirve para calmar ánimos.
En los pasillos había frenesí. No dejan pasar a nadie y se empujan. Todos quieren estar junto a la chofera que conducirá el viejo autobús que durante seis años circuló poco y echó mucho humo. Hoy ya lo afinaron y le pusieron su aceitito y gasolina de la regular, la de a $23.48 pesos. Porque con eso de la austeridad ni como ponerle de la Premium, ya está en los $25 pesos por litro… ah cómo se extrañan eso tiempos cuando el condenado viejito anunciaba en 2018 que la gasolina se quedaría en 14 pesos el litro. Pues al final nos dejó como "las novias de mi rancho, todas vestidas y alborotadas".
Sólo que hay que ir bajando pasaje. Sobre todo ese lastre que, ya porque pagaron un boleto, quieren que los dejen en la colonia del Valle, por la Secretaría de Gobernación, o de perdis en Hidalgo, por el SAT, o ya de últimas en la antigua Plaza del Volador, donde está el edificio del Poder Judicial, en el que pronto habrá recorte de personal, y los contratos nuevos podrían quedar en manos de “los que elija el pueblo” que, de acuerdo a la nueva chofera, será decidido por los resultados de la votación de gente representada por frívolas encuestas dócilmente manejadas por los “quieto moreno, quieto”, y sus encuestadoras “Enkoll”, que realizó mil 202 entrevistas a hombres y mujeres; y “De Las Heras”, que entrevistó a mil 195 personas adultos. Y claro, para avalar el precio del pasaje, la pantomima agregó una más, la de “La Comisión de Encuestas de Morena”, con mil 458 entrevistas más.
Como sea, si así fueran 15 o ninguna, “el pueblo andresista” ya habló y dijo, sobre la pregunta: “¿Cómo cree usted que deben ser elegidos los ministros de la Corte?”, que deberían elegirse por voto popular… Mmmm ¿quién será ahora ese tal popular?
Jueces en la mira
Pero ellos tienen la culpa –dice el incómodo periodista-. Ganan lo que quieren, tienen prerrogativas increíbles (recordemos que Andrés “balconeó sus 40 beneficios económicos”… Viejito malandrín y canijo. Nomás no hizo nada por el pueblo pero como tundió a sus rivales de amor. Por eso lo quieren tanto… Algunos.
Pero el periodista está por llegar a la para… al lugar donde se baja… Mmmmta, todo suena a albur. Se levanta del asiento con su periódico y camina para atrás. Oprime el botón colocado junto a la puerta mientras el chofer le dice “¡ahorita lo bajo!”… Una señora le gritó “¡bajan!”, “¡me quieres llevar a tu casa cabrón”!… Y yo sólo quiero bajar. Ya para ese momento, sonaba María Becerra y los Ángeles Azules… “quiero hacerte el amor, pero el amor de mi vida”… “¡bajaaaaan!”… Mi X @raulmandujano