¿Por qué algunas personas florecen después del divorcio?

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Publicado en Opinión

¿Por qué algunas personas florecen después del divorcio?

Jueves, 27 Junio 2024 00:02 Escrito por 
Marcela Hernández Marcela Hernández Visión Holística

El divorcio o una separación tras varios años de relación puede ser una experiencia particularmente dolorosa. Hay personas que la viven con una sensación de pérdida, fracaso y frustración. Pero también hay quienes la viven como una liberación. Incluso quienes se han sentido abatidos y tristes en un primer momento pueden acabar descubriendo que aman su vida de solteros y afrontan esa nueva etapa con una energía renovada. Esas personas parecen renacer después de una ruptura. ¿Cómo y por qué lo hacen?

 

EL MATRIMONIO DESGASTA

Una encuesta realizada por sociólogos de la Universidad de Yale reveló que el 41% de las personas que se han divorciado no tienen interés en establecer otra relación de pareja estable, prácticamente el doble que quienes nunca se habían casado. Esas estadísticas revelan una verdad que no todos están dispuestos a aceptar: el matrimonio desgasta.

Es probable que muchas de esas personas se sintieran profundamente decepcionadas con su vida en pareja porque la relación no cumplió sus expectativas. Si el día a día generaba más problemas, conflictos y sinsabores que felicidad y satisfacción, es comprensible que poner fin a esa situación les haga renacer.

Cuando se cae en las garras de una relación tóxica, los celos, el control o las luchas de poder, se suele crear un clima hostil en el hogar que termina drenando la energía psicológica de los miembros de la pareja. En otras ocasiones, es la simple rutina, el tedio y la falta de incentivos lo que hace que las personas se apaguen en la relación, de manera que cuando esta se rompe, pueden sentirse liberadas de una “carga invisible”. Sin embargo, ese no es el único motivo por el que algunas personas florecen tras un divorcio.

 

UNA CUESTIÓN DE PRIORIDADES

Quienes no se desviven por encontrar pareja, valoran su independencia y se encuentran cómodos con la soledad elegida o no necesitan nada más que su red de amistades, son más propensos a florecer después de un divorcio.

Esas personas no suelen creer en el mito de la media naranja, al contrario, son conscientes de que nacemos enteros, no necesitamos otra mitad. Muchas aprecian la libertad que supone poder elegir a qué dedican su tiempo, sin las ataduras que suele representar una relación de pareja o las tareas domésticas cuando se comparte casa con alguien más.

También son personas que valoran la posibilidad de pasar tiempo a solas consigo mismas y disfrutan dedicándose a sus intereses sin sentirse culpables. De hecho, recuperar sus viejos pasatiempos o descubrir nuevas pasiones a menudo se convierte en una fuente de satisfacción personal que las llena de energía y rejuvenece.

Volver a estar solteros puede convertirse en una oportunidad para redescubrirse: mirar a la cara a la persona en la que se han convertido a lo largo de esos años de relación y plantearse nuevos retos para el futuro. Como resultado, muchas personas no solo se sienten más libres sino también más auténticas.

 

EL ENFOQUE EN LO POSITIVO

Las personas que florecen después de un divorcio o una ruptura de pareja también suelen ser aquellas que tienen una visión más positiva de la vida. En vez de quedarse atascadas en la mala experiencia o sentirse solas, prefieren centrarse en las nuevas oportunidades que tienen por delante, por lo que a menudo se sienten enriquecidas por la experiencia.

Perciben esa nueva libertad como una oportunidad para aprender y crecer, hacer nuevos amigos o incluso implementar cambios que les devuelvan una sensación de control y empoderamiento, desde las decisiones más pequeñas, como a qué hora comer o qué película ver, hasta elecciones vitales más transformadoras, como abrazar otro estilo de vida o incluso mudarse a una ciudad o país diferente.

Muchas de esas personas se sienten más auténticas después de romper la relación, probablemente porque habían cedido demasiado espacio vital a la pareja o se habían identificado excesivamente con el otro, hasta el punto de ponerse en un segundo plano. De hecho, no podemos olvidar que incluso las parejas que no son controladoras moldean las vivencias del otro, pues muchas veces es necesario ceder y adaptarse en nombre de la convivencia.

En esa nueva vida de soltería, las personas pueden experimentar cosas que no se atrevían a probar o tomar decisiones que no habrían elegido en el marco de una relación. Esos cambios introducen elementos novedosos, rompen la rutina y empoderan, por lo que es comprensible que se sientan llenas de energía, como si hubieran renacido.

Por supuesto, eso no significa que exista una manera “correcta” de afrontar una separación. Pero sin duda, enfocarse en los aspectos positivos de esa nueva etapa vital y explorar las posibilidades que ofrece es un camino más constructivo que sentarse a lamentarse por lo que no pudo ser.

https://linktr.ee/Alquimia_de_luna_y_sol

Terapeuta Holística/Investigadora/Escritora/Psicología/Inteligencia Emocional/Neuroplasticidad/Terapia emocional y de pareja/Esencias florales de Bach, Elixires Chamánicos y otras/Tarot/Gemas y cristales

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Marcela Hernández Montiel

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