Las indefiniciones alimentan la incertidumbre de los grupos de interés por los nombramientos que faltan en el gabinete de Claudia, entre ellos el de la Defensa y el de la Marina, que lo serán en septiembre: los que orientarán en buena medida no pocas decisiones. Finalmente, ganará el poder. El que dice cuándo y premia con obras y recursos, hasta quedar como un grupo por encima del resto de otros con influencia en las decisiones.
Nuestros militares tienen no sólo el poder de las armas sino el del presupuesto, de la tecnología, de los avances cibernéticos; y participa de alguna manera en la vida pública, política, económica y social como no se había visto. Me temo que las prácticas culturales se verán influidas por los valores de la cultura castrense como viene ocurriendo, también.
El último presidente que fue militar fue el General Manuel Ávila Camacho. El primer civil que lo fue, Miguel Alemán. Cambiaron las cosas y la relación y el trato con la sociedad fue diferente. El ejército debe servir al pueblo, no servirse de él.
El Ejército que nos representa a todos los mexicanos, debe ser fiel a la nación, a México. Hoy lo hace al Ejecutivo.
Los secretarios de la Defensa y de la Marina han de ser probos, preparados, fieles a México, incorruptibles, estar al día en tácticas, tecnología, inteligencia artificial, bien relacionados internacionalmente, organización, capacitación, vamos, tener a los mejores y lo mejor.
La imagen de un Secretario de la Defensa o de la Marina tendría no sólo que saber sino saber comunicar con su imagen, con su don de mando, con un currículum impecable lo mismo que su familia y conocer el territorio nacional tanto como a sus hombres que no son los de la Guardia Nacional que sólo vienen a incrementar el número de soldados; esa es la realidad y en los hechos la militarización del país: eso comunican.
Se dice que la duda mata. Así es, están los grupos de interés que se relacionan con el ámbito militar por todo lo que representan y lo que mueven. Me refiero a los implicados con las constructoras, los proveedores de materiales, armamento y equipamiento, así como de vehículos en toda su gama, de uniformes, de botas y de asesores civiles. Sí.
