Claudia Sheinbaum hizo estudios superiores y alcanzó el grado de doctora. Sabe que de toda acción se deriva una reacción, que invitar al genocida Putin a su toma de posesión, como Presidenta de la República, es una evidente provocación a muchos, empezando por los de su origen, a nuestro socio principal, porque los aliados del dictador, todos ellos tiranos dispuestos a todo, unidos a México son un peligro, mueve a la reflexión y a la suposición del planteamiento de negociaciones inconfesables.
Ucrania Envió un extrañamiento a México por esta invitación, y otros países que propugnan por la libertad y la democracia no lo han visto con buenos ojos.
El argumento de cumplir con una costumbre diplomática en el sentido que a los presidentes, reyes o primeros ministros, miembros de todos los países del orbe se les invita, se invalida con las excepciones de Perú y Ecuador, con cuyos presidentes Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México tuvo problemas por su intervención en la política interna de estos países, de acuerdo a lo que señalaron, en su momento.
La posición geográfica estratégica de nuestro país mueve a otros a estar cerca de México, pero a nosotros qué tanto y de quiénes.
Esta provocación a EUA y Europa con la invitación a Putin va más allá: ¿Qué quieren, qué buscan Claudia y AMLO? ¿Estas invitaciones abonan a la paz?, ¿fue una decisión colegiada, consultada, impuesta, se siguió la norma cómo se dijo?
Rotas las relaciones de diversos países con Rusia, empeñada en destruir Ucrania y recuperarla como territorio, antes propio, y por otro lado la población de Ucrania que busca la libertad con valentía y decisión se inconforman con México a kilómetros y kilómetros de distancia, que busca su “amistad estratégica” con Putin –es evidente–.
¿Qué plan en materia de relaciones exteriores tiene la presidenta electa? El presidente López Obrador teje y seguirá tejiendo finito aún después de haber tomado posesión Claudia Sheinbaum; es evidente. Tocará a Juan Ramón de la Fuente, deshacer entuertos, limar reacciones ásperas y equilibrar relaciones ¿Podrá?
Empezamos mal, muy mal. Hay países e intereses muy preocupados por este estado de cosas en el que como siempre, México pierde.
