Como ha venido siendo costumbre en este gobierno, ante la mención de un importante político perteneciente a la 4t en algún espinoso asunto, casi de inmediato sale el presidente Andrés López Obrador en su defensa, para lo cual, se sirve declarar, sin presentar de forma alguna pruebas para demostrarlo, que se trata de una persona honesta, intachable, que cree en él o ella. En esta ocasión sucedió con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, tras ser mencionado por Ismael “El Mayo” Zambada a través de una carta.
Ismael “El Mayo” Zambada, famoso líder del Cártel de Sinaloa, recientemente fue detenido y presentado ante un tribunal estadounidense. La forma en la que se llevó a cabo su aseguramiento y traslado al país vecino ha tenido al gobierno mexicano de cabeza por no enterarse de la acción que, sobra decir, fue relevante, más aún, cuando se supone una relación estrecha entre ambos países.
Sin embargo, es la fecha en la que el mandatario dice no tener idea de lo que pasó, y espera, de acuerdo a lo que ha venido repitiendo después de ese día 25 de julio, fecha en la que se llevó a cabo el arresto del famoso capo, que el gobierno de Estados Unidos le explique a detalle lo ocurrido.
Es materialmente imposible saber si, como dice López Obrador, no tenía conocimiento de la operación llevada a cabo para asegurar a Zambada y a Joaquín Guzmán López (hijo del “Chapo”) o, tal vez, si lo sabe, lo niega. Esa duda, como todo lo que tiene que ver en el entorno de ese asunto, se ha prestado para dar rienda suelta a presunciones, hipótesis y sospechas variadas, que, sin embargo, nada se puede comprobar.
No obstante, se complica la situación para el gobernador sinaloense al ser mencionado por “El Mayo” en la misiva difundida, en la que lo coloca en una incómoda posición, al señalar que había sido convocado para limar asperezas entre él, y el ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén, hoy asesinado.
Ante tal eventualidad, tanto el gobernador como el presidente han salido a negar lo que aseguró el líder del cártel, aunque, desafortunadamente para los políticos de la 4t, negar los hechos en los que se ven involucrados y relacionados con el crimen organizado, ya no parece ser suficiente, y ellos lo saben. Son tantas las señales que dicen lo contrario que tendrán que hacer algo más que negarlo.
El involucramiento con el crimen organizado empieza a ser una loza bastante pesada para los intereses de los morenistas, quienes se ven obligados a torcer las evidencias o a seguir desmintiendo sus relaciones, que cada día son más significativas, esperando que el tiempo haga lo que le corresponde. El olvido. Que es algo que les funciona bastante bien, porque el pueblo olvida demasiado pronto.
Al mandatario le ha funcionado, y no ven los demás porqué sería diferente con ellos, del cinismo también se aprende y no se necesita mucho desgaste para imponerlo, por eso, es posible que el proyecto que trata de imponer el gobierno que se dice de izquierda, inalterable, les permita seguir caminando con libertad y desparpajo hacia su objetivo, presumiendo la solvencia moral que parece reírse a carcajadas de cada uno de ellos cada vez que tienen que enfrentar un problema como el que se comenta.
Al estilo de su mentor, Rocha Moya salió a gritonear que él se encontrabas en otro lugar, que no tiene nada que ver con el Mayo y no tendría por qué reunirse con él; sin embargo, e independientemente del intento de desmarcarse de dicha reunión, existen muchas preguntas que surgen tras la mención que hizo el líder del cártel de Sinaloa, que no ha respondido y al parecer, pretende enviarlas a la congeladora como lo hace el propio presidente López Obrador.
Parece olvidar el gobernador y el presidente que este asunto se investiga en Estados Unidos, lugar en el que no tienen forma como imponer una narrativa que les convenga y el resultado será, el que tenga que ser, aún a pesar de “su verdad”.
En tal sentido, ni siquiera es importante que acepten o no que con la declaración del arrestado derive una investigación en su contra, a pesar incluso de que, como lo ha pedido el mandatario, presente pruebas. ¿Qué importa a los tribunales estadounidenses lo que se reclame desde acá?
Al respecto, surgen preguntas naturales: ¿cuál es la verdadera relación del gobernador Rubén Rocha Moya con “el Mayo”, por qué fue mencionado en su carta, para qué, cuál es la intención, a dónde está el elemento ministerial que custodiaba al capo, por qué tenía ese beneficio, quien se lo otorgó? ¿Quién mató al ex rector? Las imágenes que dio a conocer la fiscalía, “oportunamente”, no se aprecia a ciencia cierta que Melesio Cuén se encontraba en el interior del vehículo en el que se presume fue ejecutado.
El gobernador Rocha Moya intenta lavarse la cara al manifestar que “casualmente” se fue a Estados Unidos de vacaciones, aunque, si algo tuvo que ver con el aseguramiento de los capos o el asesinato del ex rector y desaparición de alguna persona mencionada por Zambada, no necesariamente tendría que estar en un lugar determinado.
Como resultado de todos estos “asegunes”, se puede llegar a la conclusión que; en primer lugar, existe desconfianza entre ambos gobiernos, y en segundo, genera más duda que certeza la inocencia que pretenden vender gobernadores y funcionarios de la 4t del gobernador Rocha Moya. Ante lo anterior, vale la pregunta, ¿de qué sirven los servicios de inteligencia mexicanos que no se enteraron de nada? La respuesta podría ser: no sirven más que para investigar a los opositores al gobierno, o tal vez, para responder a la angustiosa duda de ¿cuánto gana Loret?
¿Qué oculta el gobernador Rubén Rocha Moya?