El Instituto Nacional Electoral dio a conocer el acuerdo que establece que habrá tres debates entre los candidatos a la Presidencia de México, en el que se señalan los criterios específicos para la definición de formatos y la realización de éstos, durante el Proceso Electoral Federal 2017-2018, mediante el Diario Oficial de la Federación.
El instituto informa en el documento, que se aprobaron los siguientes temas y subtemas: Para el primer debate: Combate a la corrupción e impunidad, Seguridad pública y violencia, y Democracia, pluralismo y grupos en situación de vulnerabilidad. El segundo debate: Comercio exterior e inversión, Seguridad fronteriza y combate al crimen trasnacional, y Derechos de los migrantes. El tercero tratará de Crecimiento económico, pobreza y desigualdad. Educación, ciencia y tecnología, y Desarrollo sustentable y cambio climático.
La duración será de 90 y 120 minutos, dependiendo del formato; las fechas se determinaron para el 22 de abril, 20 de mayo y 12 de junio, en diferentes sedes, de la Ciudad de México, Tijuana y Mérida, respectivamente.
Es el debate la oportunidad que tienen los candidatos para exponer sus ideas, sus proyectos y sus plataformas políticas, sobre las cuales buscarán cumplir con lo que ofrecerán en campaña y ganarse la aceptación y en consecuencia, la aprobación del pueblo al que pretenden gobernar por los próximos seis años, y desde luego, explicar cómo piensan cumplir con éstos.
Asimismo, los ciudadanos con capacidad de votar tendrán la oportunidad de escuchar las propuestas y podrán contrastar con las que presentará cada uno, principalmente porque cada candidato presentará su proyecto sobre el cual apoyará la política pública, en caso de resultar vencedor, para solucionar los problemas que aquejan a los ciudadanos que habrán de gobernar.
El debate se refiere a la controversia, discusión o contienda, en el que los participantes se encargan de exponer sus argumentos respecto de cada tema ya seleccionado, para defender su postura y convencer que, la suya, es la mejor forma de darle solución a cada uno de ellos.
Pero será en la conciencia de cada quién, respecto del convencimiento de que la respuesta que ofrezca cada aspirante sea la forma en que se solucionarán los problemas o, que sea el camino correcto para ir configurando las respuestas a esas necesidades.
Aunque sí es importante saber cuál será el formato que se utilice para cada debate, será derecho de los ciudadanos poder contar con lo necesario para poder formarse una idea, porque más bien parece que la forma en la que se organizan los debates, es para cuidar a cada aspirante, que no resulten raspados y que se cuide su imagen porque, de otra manera, no se entiende el porqué de cuidar tanto formas acartonadas que al público no le dará la posibilidad de escuchar a rajatabla una discusión a fondo y con argumentos, de uno de los muchos temas que les preocupan.
No deben privilegiar a los contendientes por encima del auditorio, pendiente de lo que se trate y de lo que se diga; y antes de escuchar alguna amenaza sobre “soltar al tigre”, como si se tratase de la cultura china para debatirse en duelo contra un dragón, es importante que se polemice sobre el cómo se piensa cumplir con cada propuesta, porque el interés de los potenciales votantes tiene que estar por encima de los intereses personales de los ahí presentes; primero está el pueblo.
Hasta el momento se tienen considerados cuatro contendientes, que son: Andrés Manuel López Obrador, de la coalición Juntos Haremos Historia, formado por los partidos Morena, PT y PES; Ricardo Anaya Cortés, de la coalición Por México al Frente, integrada por el PAN, PRD y MC; José Antonio Meade Kuribreña, de la coalición Todos por México, conformada por el PRI, PVEM y PANAL; y hasta el momento como única candidata independiente, Margarita Esther Zavala Gómez del Campo, quien renunció al Partido Acción Nacional para buscarla.
Ahora bien, es importante señalar que en caso de que se decida presenciar el debate, que es lo más recomendable para todos los que cuentan con credencial para emitir su voto, tengan en cuenta que aparecerán comentarios de cualquier índole; no desconcentrarse y escuchar con atención, en especial, cómo defiende cada uno de los aspirantes su posición y, en especial, poner atención en el cómo dará respuesta y solución a cada problema planteado.
Lo mejor sería no dejarse llevar por la impresión de su campaña, sino de la forma de contestar, de abordar los temas, del dominio de cada uno, su preparación, su habilidad y, espero, que se pueda contrastar la visión de los candidatos cuando algún otro lo cuestione o lo comprometa; por eso, será importante el formato, ojalá no veamos el acartonado que se ha dado en los últimos tiempos.
