Estamos arrancando el año y en México la Población Económicamente Activa (PEA), actualmente ocupada, asciende a 60 millones de personas; de estas, 41.7 millones tiene una plaza o puesto de trabajo formal con todas las prestaciones de ley, según los indicadores de ocupación y empleo del INEGI, actualizados a octubre de 2024. Esto significa que un tercio de la población continuará de vacaciones hasta el 8 de enero de este año nuevo.
Ya pasadas las fiestas y llegados los Reyes Magos, cualquier persona asalariada buscará en qué ocuparse los días previos a volver al trabajo. Esta Columna propone aprovechar la ocasión y revisar la Agenda de Riesgos de su localidad y prevenir y prepararse, desde ahora, ante algunos de los posibles escenarios que pudieran presentarse en los días por venir.
Toda actividad humana, incluido el trabajo, el estudio, los negocios, el deporte, el arte, las actividades domésticas, etc., tienen un ciclo o un periodo de desarrollo, un proceso con principio y fin que al hacerse cotidiano se vuelve cíclico, repetitivo y altamente previsible. Mientras más veces se repite el ciclo, más fácilmente se identifican sus características, dificultades y ventajas, al igual que sus posibles riesgos. Es ahí donde se invita a revisar y reflexionar.
Toda esta actividad ocurre dentro de una ciudad, en un espacio común y compartido bajo una demarcación política, administrativa y límites territoriales definidos, cuya responsabilidad es regular, registrar, controlar y facilitar que los habitantes de una población realicen sus actividades sin afectar a otros, en paz, con seguridad, protección y en el marco de la ley. A esto se le llama gobernar.
Una de las responsabilidades del gobierno local (Alcaldía o Municipio) es la protección de la ciudadanía. Dada la repetición de la movilidad y actividades ciudadanas, el gobierno local tiene identificadas las regiones, lugares específicos, los periodos, días, horarios y circunstancias en las que se presentan con mayor regularidad los hechos delictivos, los accidentes y las emergencias. Lo anterior facilita la prevención por parte de la autoridad y sus entes coadyuvantes. Las corporaciones de atención a emergencias (Policías, Bomberos, Unidades de Protección Civil, Ambulancias, Rescate, etc.), conocen su materia de trabajo y cuentan con una Agenda de Riesgos, es decir, un cronograma mensual o semanal en el que se tiene registro de los incidentes que con mayor frecuencia se presentan, así como los lugares, horarios en los que ocurren.
La zona centro del país, integrada por 6 Estados, concentra casi la mitad de la población total y cuenta con una Agenda de Riesgos casi idéntica y compartida, es decir que los mismos fenómenos perturbadores (sismos, lluvias torrenciales, inundaciones, deslaves incendios, explosiones, accidentes carreteros y concentraciones masivas de personas) impactan casi siempre en las mismas fechas y en los mismos lugares, según su frecuente repetición.
En enero y mitad de febrero, provocadas por la entrada de frentes fríos, se atienden contingencias por bajas temperaturas y heladas en las zonas altas; a partir de la mitad de febrero comienza la temporada de estiaje, y de ahí hasta mayo los incendios forestales son la principal contingencia a combatir; de junio a octubre, la temporada de ciclones provoca fuertes lluvias, inundaciones y deslaves, los cuales saturan los servicios de emergencias, principalmente por las tardes; en septiembre y diciembre las emergencias provocadas por el manejo inadecuado de artificios pirotécnicos son cotidianos, en especial durante las fiestas patrias, las celebraciones guadalupanas, navideñas y de fin de año.
La actividad volcánica, sismos y explosiones derivadas de tomas clandestinas de combustibles o accidentes industriales no son previsibles, pero los conciertos, festivales y eventos de concentración masiva de personas sí. Estar informados y en comunicación con la Unidad Municipal de Protección Civil y Bomberos de su localidad es, más que una recomendación, una obligación ciudadana que debemos fomentar, ya que como puede apreciarse, se les puede contactar y solicitar una revisión o inspección previa y así evitar riesgos y daños al patrimonio y a las personas.
La Agenda de Riesgos Local y el Atlas Municipal de Riesgos, son documentos públicos, gratuitos y disponibles para toda la población; en ellos encontrará no sólo fechas, también lugares susceptibles de presentarse una emergencia. No hay pretexto para no prevenir, no enterarse y no participar en la salvaguarda de todos. Esto es también protección civil. ¡Que su semana sea de éxito!
Hugo Antonio Espinosa
Funcionario, Académico y Asesor en Gestión de Riesgos de Desastre
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