Como cada inicio de año, me sumergí en las redes sociales, donde los buenos deseos y los propósitos llenos de optimismo eran una constante. Sin embargo, este año decidí no dejarme llevar por esa sensación. Hice una pausa, me detuve un momento y recordé que lo verdaderamente valioso está en lo esencial: la sonrisa de mis hijos, la salud de mi familia, el trabajo, las amistades, la compañía y las caricias que hacen de cada día un regalo. Opté por evitar los gastos innecesarios y, en cambio, decidí apostar por disfrutar de más momentos de convivencia con las personas que más quiero. Así, llegué a la mitad del mes con calma, sin la carga del estrés y con una sensación de tranquilidad.
Enero, tradicionalmente considerado el mes más frío del año en el hemisferio norte, simboliza nuevos comienzos. Sin embargo, este "reinicio" puede ser emocionalmente complejo para muchas personas. La extensión del mes, el clima frío y el vacío que sigue a la euforia navideña convierten a enero en un periodo de introspección y ajustes, no siempre fáciles de afrontar. Este mes marca el regreso a la rutina y, con ello, los desafíos económicos derivados de las festividades y las expectativas incumplidas del año anterior. Los nuevos propósitos de Año Nuevo también pueden añadir una carga emocional significativa, al enfrentar la brecha entre las necesidades y los deseos.
No es casualidad que en este período se conmemoren fechas que nos invitan a reflexionar sobre estas complejidades emocionales. El 13 de enero, Día de la Lucha Contra la Depresión, y el Blue Monday, conocido como el "día más triste del año" (tercer lunes de enero), nos recuerdan la importancia de cuidar nuestra salud mental.
El Día de la Lucha Contra la Depresión busca generar conciencia sobre los síntomas de este trastorno, que puede manifestarse como una tristeza persistente, pérdida de interés en actividades cotidianas y una sensación de desesperanza que impacta profundamente la calidad de vida. Más del 4% de la población mundial padece depresión, con mujeres, jóvenes y personas mayores entre los más vulnerables. Esta condición, además, puede derivar en consecuencias graves, como el suicidio, especialmente entre hombres jóvenes, quienes constituyen el grupo más afectado.
El Blue Monday pone de relieve los desafíos emocionales típicos de enero, como las tensiones económicas tras las festividades, la falta de luz solar y la monotonía que se instala al comenzar el año. Aunque su validez científica es debatida, este día subraya cómo estos factores pueden influir en nuestro estado de ánimo. Más allá de su origen, el Blue Monday también nos invita a reflexionar sobre nuestras emociones y a buscar estrategias efectivas para gestionar el estrés y la tristeza, comunes en esta época del año.
Es vital reflexionar sobre las rutas de nuestro mapa emocional, aquellas que nos conectan con nuestra vulnerabilidad, nuestras raíces y nuestras vivencias más íntimas. El enojo, la tristeza, el miedo y la añoranza son emociones que, en su diversidad, conforman la experiencia humana. Al honrar estas emociones, aceptamos nuestra humanidad, reconociendo que incluso los sentimientos más melancólicos nos permiten profundizar en la relación con nosotros mismos y con los demás.
Enero nos enseña que la empatía es una brújula fundamental para transitar el inicio del año, un tiempo en el que muchas personas pueden experimentar una mayor vulnerabilidad emocional. Nos invita a recordar que detrás de cada rostro cotidiano pueden esconderse historias no contadas, batallas libradas en silencio y profundas necesidades de conexión.
Practicar la empatía no consiste en resolver los problemas de los demás, sino en ofrecer una presencia genuina, escuchar sin prejuicios y brindar comprensión. Es un acto de humanidad que reconoce la carga emocional que otros pueden estar llevando, validando su experiencia y haciéndoles sentir que no están solos en su camino. La empatía no sólo alivia, sino que también construye puentes hacia un entorno más compasivo y solidario. Como diría Alfred Adler: “Hay que mirar con los ojos de otro, escuchar con los oídos de otro y sentir con el corazón de otro.”
¿Cómo te sientes hoy?
¿Cómo van tus días de enero?
