En el marco del Bicentenario de la Erección del Estado libre y Soberano de México, la Defensoría Municipal de Derechos Humanos de Cuautitlán Izcalli ha intensificado sus esfuerzos para salvaguardar y promover los derechos humanos de la población, esto es visible debido a que, a lo largo de 2024, la Defensoría ha llevado a cabo una serie de actividades que reflejan su compromiso con la justicia, la equidad y la cultura de paz en la comunidad.
Es importante tomar en cuenta que no sería posible desarrollar todas y cada una de las actividades con la intensidad requerida sin la participación en conjunto de instituciones educativas como lo es el caso de la Universidad Abierta y a Distancia de México, que con el apoyo de sus estudiantes mediante el Laboratorio de Derechos Humanos, se han podido implementar el desarrollo de las actividades de la defensoría, basta con mencionar un ejemplo como lo es el caso de la Maestra y Especialista Norma Angélica Rivera Vélez, que ha sumado su labor a la Defensoría Municipal de Derechos Humanos en Cuautitlán Izcalli, inclusive con la realización de la presente columna.
Una de las principales funciones de la Defensoría es el asesoramiento jurídico, que se ha convertido en un pilar fundamental para la ciudadanía, durante el año, se brindaron un total de 413 asesorías jurídicas, dirigidas a informar y orientar a los ciudadanos sobre sus derechos y los procedimientos legales necesarios para su protección, este servicio es especialmente crucial para grupos vulnerables, como niñas, niños, adolescentes y mujeres víctimas de violencia de género, quienes recibieron un total de 152 asesorías específicas. La Defensoría se ha comprometido a ser un espacio seguro donde las víctimas puedan encontrar apoyo y orientación.
Además del asesoramiento, la Defensoría ha realizado 37 solicitudes de intervención, donde su personal actúa como mediador entre la comunidad y las autoridades gubernamentales, estas intervenciones buscan fomentar el diálogo y la resolución pacífica de conflictos, contribuyendo a la construcción de una cultura de paz en Cuautitlán Izcalli. La importancia de estas mediaciones radica en su capacidad para prevenir la escalada de conflictos y promover la colaboración entre los ciudadanos y el gobierno.
La capacitación de los elementos de seguridad pública también ha sido una prioridad para la Defensoría, en 2024, se capacitaron a 102 elementos en materia de Derechos Humanos con perspectiva de género, en colaboración con la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM). Esta formación es esencial para garantizar que quienes están encargados de la seguridad pública actúen con respeto y sensibilidad hacia los derechos de todas las personas, especialmente en situaciones que involucran violencia de género.
La difusión de los derechos humanos es otra de las actividades destacadas, a lo largo del año, se llevaron a cabo 30 actividades de sensibilización en diversas escuelas y espacios comunitarios, enfocadas en los derechos de niñas, niños, adolescentes y mujeres. Estas actividades no solo informan a la población sobre sus derechos, sino que también fomentan un ambiente de respeto y comprensión en la comunidad, así como la importancia de la educación por la paz.
La Defensoría Municipal de Derechos Humanos de Cuautitlán Izcalli se ha consolidado como un actor clave en la promoción y defensa de los derechos humanos en la región. Su labor no solo se limita a la atención de quejas y asesorías, sino que también incluye la capacitación de servidores públicos y la difusión de información vital para empoderar a la ciudadanía. A medida que avanzamos en este año significativo, es fundamental reconocer y apoyar el trabajo de la Defensoría, que busca construir una sociedad más justa, equitativa e inclusiva para todos.
En conclusión, las actividades realizadas por la Defensoría Municipal de Derechos Humanos de Cuautitlán Izcalli en 2024 reflejan un compromiso sólido con la protección de los derechos humanos y la promoción de una cultura de paz, a través de su trabajo, se están sentando las bases para un futuro más justo y equitativo en la comunidad, donde cada individuo pueda ejercer sus derechos plenamente y vivir en un entorno seguro y respetuoso, aunado al apoyo de los estudiantes que aportan en gran parte la promoción de los derechos humanos mediante el laboratorio.
