Aborto

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Publicado en Opinión

Aborto

Lunes, 10 Febrero 2025 00:02 Escrito por 
Gilda Montaño Gilda Montaño Con Singular Alegría

La verdad, es que esta es una palabra cruel. Aterradora. Llena de vacío en el alma de quien haya incurrido a hacerlo. Por supuesto que no conozco sobre la faz de la tierra a nadie que tenga algún sentimiento a favor. A nadie que llegue muy feliz al doctor y le diga: “¡Ya vine, aquí estoy para que me ultrajen, me laceren, me deshagan mi hermoso y perfecto cuerpo, y me quiten todo lo que puedan dentro, para que yo no tenga a mi hijo! No me cuidé, no me tomé la píldora del día siguiente, no supe que podría en esta fecha embarazarme, y por supuesto que me siento, más que sola, culpable. Porque, además, el compañero que participó en esto, pues ya se fue. Con su esposa, con su madre, con su trabajo, con su vida y no lo volví a ver”. De verdad que no la conozco. Pero sí sé y entiendo que sufrimiento tan terrible pasan, porque cuando yo estuve en el Consejo Estatal de Población, hace ya muchos años, era cuento de nunca acabar. Y por más información que se le quiera dar a las y los muchachos, no entienden que no entienden. Ya se nos están embarazando muchachitas -niñas- de diez añitos, a quienes lastiman, y que no saben si están haciendo pipí o el “amor” con alguien.

El análisis de la legislación del aborto es central en cualquier estudio que se haga sobre el tema, pues es precisamente su situación de ilegalidad lo que a lo largo de la historia ha dado origen a múltiples e intensos debates y controversias nacionales e internacionales y entre diversos actores sociales, como son los grupos religiosos y laicos, los médicos, los juristas, los políticos y diversos representantes de la sociedad civil. La situación legal del aborto, junto con las políticas públicas de salud, determinan los tipos de oferta de servicios de aborto disponibles en un lugar dado, así como los efectos que ambas cosas tengan sobre la salud de las mujeres.

Entre las cuestiones más polémicas se encuentran su valoración como problema de salud pública como una de las principales causas de morbimortalidad materna, como generadora de discriminación e injusticia social en contra de las mujeres, como violación a derechos humanos fundamentales de las mujeres, o como un no derecho de las mujeres ante los posibles derechos de un no nacido, como un problema de carácter público y, a su vez como un problema privado e íntimo, y como un problema ético o moral y de religión. Las legislaciones que limitan el aborto inducido "producen una serie de consecuencias que no afectan solamente a las mujeres que deciden terminar con un embarazo no deseado, sino que también traen resultados devastadores a nivel social, económico y cultural en los países donde se restringe su acceso". (Center for Reproductive Law and Policy, 2000).

La situación legal del aborto, junto con las políticas públicas de salud, determinan los tipos de oferta de servicios de aborto disponibles en un lugar dado, así como los efectos que ambas cosas tengan sobre la salud de las mujeres. Ponen en peligro la vida de mujer; generan una práctica discriminatoria y de injusticia social; propician el surgimiento de un "mercado clandestino"; contribuyen a un mayor empobrecimiento al afectar la economía de las mujeres y sus familias; exacerban las condiciones de vulnerabilidad social ya existentes (encarcelamiento); violan los derechos humanos de las mujeres, (denuncia); dificulta la recolección de información. No se sabe cuántos.

A partir de la década de los noventa, una gran cantidad de países, incluyendo algunos de América Latina, han llevado a cabo importantes cambios legislativos en relación con el reconocimiento de algunos derechos de las mujeres, pero pocos en torno al aborto inducido.

Mucho se habla en estos días sobre unos de los temas más escamados de la sociedad mexicana: el tema del aborto y su probable despenalización en los estados de la república mexicana. Opiniones a favor o en contra se disputan la razón, entre las redes sociales y en los más concurridos lugares de nuestro entorno. Por supuesto que es un tema muy espinoso y difícil de tocar.

Es la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien se dio a la tarea de revisar los procedimientos legales, para que, de una forma inteligente y precisa, se pudiera hacer algo al respecto para aquellas personas que tuvieran problemas con relación a productos malformados y violaciones. Creo que es cuestión de conciencia.

El que nace en una cuna de madera tosca, debe tener garantizado, por lo menos, comer durante toda su vida, además de tener salud. Esto los países del tercer mundo así lo registran.

¿Será la despenalización del aborto una solución para un problema demográfico? Ahora en el mundo entero existe la teoría económica llamada neoliberalismo que plantea que para que dos terceras partes de los habitantes que viven en el planeta, vivan mejor, una tercera parte de ellos debe morir. Hágame usted el favor.

Y pienso en aquellos años en que mi única teoría de vida, mi única esperanza, era pensar que debería existir para todo el mundo, la planificación familiar. No la salud reproductiva, porque eso nos generaría más que nada, auténticas expectativas de bebés nacidos de madres que ya no pueden seguir ni teniéndolos ni manteniéndolos.

Y pienso en mi país con ochenta millones de muertos de hambre. Y es terrible. Y me consterno. Mi gente no tiene para comer. Y ellos piensan que debería pasar el solo por hoy, con una tortilla para ellos y sus hijos. Todos mexicanos. Todos por supuesto dignos. Todos por supuesto, dentro del marco que establece que somos iguales en todo momento y en cualquier circunstancia.

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Gilda Montaño

Con singular alegría