Este domingo que usted vea el Super bowl LIX, reflexione lo siguiente: la extensión del campo de juego (equivalente a una hectárea), multiplicado por dos millones, será la superficie que en 2025 será devastada por incendios forestales en México. Sí, leyó bien; de continuar la tendencia al alza en nuestro país, de ese tamaño serán los daños a nuestros bosques y zonas de transición a causa de estos fenómenos, provocados en su gran mayoría por la mano del hombre. Un incremento exponencial con respecto al año 2021 de casi 300 por ciento.
A ese ritmo se está acabando con la biodiversidad y nuestros recursos naturales, nada más a causa de incendios. Según el Cierre Estadístico Anual de la Comisión Nacional Forestal, CONAFOR, a través de la Gerencia de Manejo del Fuego, el año pasado se registraron 8,002 incendios forestales en todo el país y afectaron una superficie de 1,672,215.7 hectáreas (Has); en 2023, hubo 7,611 eventos, con una afectación en 1,047,492.52 Has. (600 mil hectáreas menos que en 2024); para el 2022 fueron 6,719 incendios forestales, en una superficie de 735,205.54 Has. (menos de la mitad de las afectaciones que en 2024); y en 2021 se registraron 7,337 eventos quemando una superficie de 660,734.57 Has. De continuar el incremento, este año llegaremos a los 2 millones de hectáreas afectadas por incendios forestales en México.
A partir de la segunda semana de febrero inicia la temporada de estiaje. Con ésta los incendios forestales empiezan poco a poco a presentarse por todo el territorio nacional hasta llegar a su máxima expresión y devastación hacia la última semana de abril y la primera de mayo. ¿Cómo nos va a ir este año? Es una incógnita, pero los números y las tendencias ya referidas nos dan luz, más bien fuego. ¿Qué vamos a hacer? Nada, como siempre. Sólo indignarnos, emitir un tweet, dar un like o escribir una columna con datos que nos dejan fritos e indiferentes, también como siempre.
La semana pasada, del 5 al 7 de febrero de 2025, como cada año, previo al inicio de la temporada de estiaje, los integrantes del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) celebraron su primera Reunión Nacional con la temática de Incendios Forestales, en esta edición, la sede fue el Estado de México, la entidad que, junto a Jalisco y CDMX, se disputan el primer lugar en cantidad de incendios forestales registrados cada año.
Fueron 3 días de trabajo con el objetivo de establecer la estrategia de atención a estos fenómenos perturbadores, por parte de la CONAFOR, y definir las acciones de prevención y preparación, por parte de la Coordinación Nacional de Protección Civil, según lo indicaron los boletines de prensa. Al cónclave se dieron cita todas las instituciones de atención a emergencias y desastres: SEDENA, MARINA, Guardia Nacional, CONAGUA, Cruz Roja Mexicana y las Unidades Municipales y Estatales de Protección Civil, entre otras.
Este año, para atender los incendios forestales las instituciones y corporaciones de emergencia desplegarán, por parte del Gobierno Federal, 14 mil combatientes en 1,432 brigadas, 1,467 campamentos y 135 torres de observación para proteger a la población y áreas naturales; las entidades federativas sumarán mil 15 brigadas, con un total de 9 mil 612 combatientes, mil 370 campamentos, 102 torres de observación y mil 370 vehículos. Asimismo, se contará con el apoyo de las Fuerzas Armadas —Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina y la Guardia Nacional, a través de los planes DN-III-E, Plan Marina y Plan GN, respectivamente.
A juzgar por los resultados que se acaban de describir, parece que la estrategia y las acciones emprendidas han fracasado rotundamente (ahí están los números), por lo menos en los recientes cinco años. Quizá sea porque solo hablan de cómo combatirlos y no cómo prevenirlos de verdad. Quizá también porque los actores principales que provocan los incendios forestales no son convocados o llevados a rendir cuentas. Cuando inviten a estas reuniones de trabajo a ejidatarios y núcleos agrarios, a quienes siempre se les salen de control las quemas “controladas”; a los tenedores de grandes extensiones de tierra y otros agentes que “prenden” nuestros bosques para forzar cambios en el uso de suelo, entre otros. Sólo así las cosas podrán cambiar. ¡Que su semana sea de éxito!
Hugo Antonio Espinosa
Funcionario, Académico y Asesor en Gestión de Riesgos de Desastre
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.