La semana pasada Donald Trump anunció los aranceles que impondría a los países que le venden productos o servicios a EUA, y los aranceles que padecerá México, al que le fue bien en comparación con otros países. Se jugó la negociación con la Presidenta Sheinbaum, “la consentida del profesor”.
Se logró no tener aranceles para los productos que están en el T-MEC, al aluminio y al acero sólo se le aplica el 5 por ciento, a todos los productos agrícolas que producimos y le enviamos a EUA, cero arancel ¡Gulp! Llama la atención ¿Cómo se vivirá esta nueva realidad?
Lo peculiar es que a los automóviles fabricados en México y que incluyen partes hechas en los EUA se les aplicará sólo el 5 por ciento a éstas. Nos las envían, las colocamos y los vehículos ya terminados se regresan a los Estados Unidos. Vale la pena mencionar que es un caso singular. Las partes que incluyen los vehículos que contienen acero y aluminio y al resto del vehículo el 25 por ciento mencionado. Política vecinal.
Cabe señalar que esto es hoy por hoy, pero que mañana Donald Trump puede amanecer cambiando de opinión. Es su manera peculiar de ser y actuar.
Estos aranceles han puesto de cabeza al mundo. Las bolsas de valores de EUA, Japón, Europa, México y otros países se vinieron abajo. Se han perdido miles de empleos, la recesión que se viene en el mundo entero ya está llegando a nuestro país. Se pauperizará el mundo entero, el que entrará en una crisis cuyo final es de pronóstico reservado.
Marcelo Ebrard, nuestro Secretario de Economía, predice, negocia, busca alternativas, se ve en el futuro presidencial como lo hiciera Donald Trump en su momento. El primero quizás lo logre, en cambio a Trump el tiempo ya no le da por más que lo pronostique y prepare sus planes para ello.
Claudia Sheinbaum por su parte, rearma con su equipo la estrategia económica, comercial y política que se seguirá con el país del norte y con otros de importancia vital para nuestra supervivencia a fin de enfrentar la recesión económica que de cualquiera manera nos empieza a afectar.
